El asunto de la intención de mandar dinero de los mexicanos para apuntalar la economía cubana, hoy en la peor crisis de su historia moderna, ha generado enorme indignación entre los mexicanos que amamos la libertad, la democracia y el respeto por los derechos humanos.  Tiene muchas aristas, que vale la pena comentar.

El 10 de enero de 2020 fue publicado este artículo, que da a conocer al mundo que la ONU califica de ¨trabajo forzoso¨ las misiones de médicos cubanos en el exterior.  Y el trabajo forzoso constituye una forma contemporánea de esclavitud según sostiene el documento firmado por Urmila Bhoola, relatora especial sobre las formas contemporáneas de la esclavitud, incluidas sus causas y consecuencias, y María Grazia Giammarinaro, relatora especial sobre la trata de personas.    https://www.abc.es/internacional/abci-califica-trabajo-forzoso-misiones-medicos-cubanos-exterior-202001100138_noticia.html

México y cualquier país del mundo en dónde la esclavitud sea ilegal, no puede por motivos legales y morales apoyara a la dictadura cubana contratando personas para realizar ¨trabajo forzoso¨ equiparable a ¨trabajo esclavo¨.   Quizá esto es lo más grave del compromiso que hizo el presidente López Obrador con el dictador de Cuba.

El 11 de Junio de 2021, el Parlamento Europeo calificó cómo trata de personas y esclavitud moderna, a las misiones de médicos cubanos en el extranjero.  https://www.infobae.com/america/america-latina/2021/06/11/el-parlamento-europeo-califico-como-trata-de-personas-y-esclavitud-moderna-a-las-misiones-de-medicos-cubanos-en-el-extranjero/

México tiene compromisos de defensa de los derechos humanos y combate a la esclavitud y trata de personas, firmados en tratados internacionales e incluso en tratados de libre comercio con infinidad de países del mundo. 

De todo lo anterior se concluye que el presidente López Obrador no tiene la menor idea de lo que implica su compromiso, cuya verdadera finalidad es enviar dinero de los mexicanos a apuntalar la dictadura cubana.

Además de lo anterior, cabe recordad que durante la crisis de COVID se trajeron médicos cubanos con el mismo fin de apuntalar la economía de la dictadura cubana. Médicos y personal sanitario que no participaron por falta de preparación y conocimiento en la atención de mexicanos con COVID, pero que costaron al erario casi $150,000.00 mensuales por persona.

Ahora, fuera de la emergencia sanitaria, el presidente quiere utilizar el mismo pretexto, pero ahora ya se han presentado amparos para evitar que cualquier profesional ejerza en México sin haber cumplido primero con las leyes mexicanas, que entre otros requisitos señalan que deben de tener título homologado, cédula de especialistas, diploma institucional o universitario avalado por alguna institución educativa de México, y realizar exámenes de los consejos correspondientes.   Requisitos que el presidente en su prisa por enviar dinero de los mexicanos a Cuba deseaba evitar.

En 2015 se publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto que promulgaba el ¨Acuerdo entre el gobierno de los Estados Unidos Mexicanos y el gobierno de la República de Cuba sobre reconocimiento y revalidación mutuos de títulos, diplomas y estudios de educación superior¨ .   El acuerdo es sobre revalidación y el artículo cuarto detalla que ¨El reconocimiento  de los certificados de estudios, títulos, diplomas o grados académicos, previsto en el presente acuerdo, no exime a sus titulares de cumplir con los requisitos de la legislación del país receptor, para el ingreso a las instituciones o centros de educación superior o para el ejercicio profesional.

En conclusión los presuntos médicos cubanos no pueden entrar de fast track a ejercer en el país, lo cual evita que manden personal sanitario o médicos sin los suficientes conocimientos.  

El presidente, ante los reclamos de la profesión médica, además de ofender al sector, decidió de manera ocurrente abrir plazas para médicos especialistas, cuando apenas hace unos días, habían despedido a los médicos que se contrataron para la emergencia del COVID 19.    En su ocurrencia e ignorancia, el presidente supone que un especialista es necesario en las más apartadas clínicas rurales. Nadie le dijo que debía de contratar a médicos generales primero, quienes son los que toman la decisión de enviar al paciente con el especialista cuando es necesario.

Tampoco le informaron al presidente que cualquier médico, sea general o especialista, requiere de equipo médico para atender a sus pacientes, mobiliario digno, desde un escritorio hasta una mesa de exploración, una vivienda digna, si va a vivir en lugares apartados, medicinas, e insumos.   Nada de lo cual está disponible en las clínicas rurales.   Por lo cual ni los médicos generales ni los especialistas que se contraten podrán ejercer adecuadamente su profesión.

Si a ello le añadimos que para paliar los reclamos de falta de medicamentos, se ha ordenado que las clínicas rurales se surtan al final, dando prioridad a las clínicas urbanas, que es donde más se queja la ciudadanía, enfrentamos un horizonte catastrófico para la atención en clínicas rurales.

Si además consideramos que al médico general de una clínica rural se le paga un salario que no supera los $10,000.00 al mes, mientras que a al amo de un médico cubano se le pretenden pagar casi $150,000.00 al mes, observamos también un trato discriminatorio hacia el médico mexicano.  

Por último, médicos en México hay, buenos y muchos.  El problema es que el gobierno no destina recursos ni para contratarlos, ni para equipar las clínicas y hospitales con lo necesario para atender adecuadamente a los mexicanos que acudan a ellas.  Sin embargo, el presidente López, en lugar de invertir el dinero de los mexicanos en cubrir las carencias del sistema de salud público, ha decidido utilizar el dinero de nuestros impuestos para apoyar a la dictadura cubana, lo cual además de indignante es ofensivo para los mexicanos enfermos que sufren por falta de médicos, equipos, insumos y medicinas, o peor aún, para aquéllos mexicanos que mueren debido a esos faltantes.

Contra los médicos cubanos no hay ninguna queja, salvo su falta de preparación debido a la precariedad de la atención médica en Cuba. 

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