*Sin atender deficiencias
*Obras en El Totonacapan
*Los reclamos en Sayula
El mensaje de “El Viejo Mundo” (más sabe el viejo, por viejo, que por sabio) referido en países de renombre, con experiencia y credibilidad, como Italia, el Reino Unido, Francia, Holanda y Alemania, regiones en las que los cierres obligados por los efectos colaterales de la pandemia, se han convertido en estricto e irrefutable ordenamiento, espacios en los que en las últimas horas se acordó de manera notoriamente radical, mantener el cierre de actividades presenciales en los todos los ámbitos comerciales, educativos, turísticos, de recreación e incluso de fábricas y templos, todo ello por las claras posibilidades de que se registre un “tercer rebrote” de la pandemia, situación de elevado riesgo que podría dar origen a un colapso inimaginable por sus dimensiones depredadoras.
La determinación obviamente que lastima la economía y los niveles de bienestar de forma radical, apunta sobre una clara realidad que no debemos de ignorar en el territorio mexicano y en todo el mundo, la que nos indica que son los europeos los que mayores daños han registrado como efectos directos e indirectos de la pandemia, sin embargo, hoy piensan más en “la vida” que en los escenarios económicos, educativos, religiosos y de convivencia en lo general, actitud de la que debemos aprender en el continente americano y, en especial en los Estados Unidos Mexicanos y Estados Unidos de Norteamérica, nosotros los mexicanos porque ya referimos el mayor porcentaje en el mundo en lo relativo a fallecimiento de acuerdo al registro de contagios y, en el país vecino del norte, porque registran el mayor número de contagiados en todo el Mundo.
Los panoramas en referencia nos hacen reflexionar que México y Estados Unidos en realidad no son, como alguien nos calificó: “Vecinos Distantes”, al tiempo que meditamos en aquella célebre referencia que señala: “Cuando en Estados Unidos estornudan, a los mexicanos nos da pulmonía”, escenario actual en el que pareciera que efectivamente es realmente sabia la filosofía simple y llana del sector popular, porque hoy México carga con problemas elevadamente severos, tanto en el renglón de salud como en el ahora “pandémico” renglón económico, los cuales nosotros las actuales generaciones de mexicanos, nunca antes habíamos experimentado y que, efectivamente “ha transformado” (así, entre comillas) a nuestro país.
Y las voces europeas que ya son indicadores contundentes sobre las dimensiones dañinas de la pandemia, deben referir de inmediato efectos paralelos en las determinaciones de los gobiernos de todo el mundo y, en el caso de nuestra región del norte del continente americano, conformado por Canadá, Estados Unidos y México.
En México ya se registran rangos de irritación al que se agrega la desesperanza del sector médico mexicano, porque quienes lo integran arriesgan su existencia (muchos son los héroes del sector médico que han perdido la vida) amenaza que afrontar cotidianamente y minuto a minuto, tratando de salvar vidas, intentando erradicar el mal de cientos de miles de pacientes (ya son mucho más que un millón los que han sido contagiados) pero las cifras siguen en incremento (tal y como sucede en Norte América) y el invierno por el que transitamos resultará dramáticamente histórico, porque en el tema específico de los mexicanos, no queremos entender que debemos practicar con toda precisión, dentro y fuera del hogar, las apropiadas e incluso extremas medidas de autoprotección y de protección hacia los demás.
Transitamos hoy en un México en que debemos dejar de ser “machos”, para en realidad seguir siendo “muchos”, pensando en la elevada responsabilidad para con nuestros hijos y a la vez que los hijos reflexionen sobre su responsabilidad hacia sus padres.
Por todo ello la sana distancia y el respeto a la nueva normatividad socioeconómica, constituyen las primordiales normas de conducta que con disciplina de rango militar, todos debemos de practicar, para evitar que nuevamente los escenario que ya se registra en diversos países de Europa y del mundo, no se repitan en nuestros entornos, por ello debemos entender y practicar las normas apropiadas, porque sólo así podremos iniciar la reducción de las espantosas dimensiones de mortandad, que se registran en México y en diversas naciones del mundo, mismas que en México ya se encaminan hacia la cifra de 150 mil fallecimientos y, el reclamo sobre ello, es que muchos son los integrantes del personal médico de centros hospitalarios, que también han perdido la vida prestando auxilio, hacia una sociedad que se resiste a cumplir con las conductas que debemos reflejar en éstos espantosos días… ¿Hasta cuándo?
Lo que se lee
Lamentable resulta que pese al discurso oficial multiplicado cotidianamente refiriendo que se ha cubierto, si no en tiempo por lo menos si en forma, con la normalidad del abastecimiento de medicamentos en los centros de atención médica sobre tierras veracruzanas, los señalamientos de los pobladores de diversos municipios, como es el caso de la zona serrana, sostienen que persiste el desabasto en la vacuna contra la tuberculosis, así como los medicamentos indispensables para pacientes diabéticos, al igual que para los afectados con problemas de hipertensión arterial, escenarios que son referidos por voces de médicos y personal de los centros asistenciales de la región.
Ante las recurrentes demandas de la sociedad en ésos mismos rubros, que en su momento se anexaron a los casos de la desatención en el rubro de niños con cáncer, la interrogante entre los veracruzanos es ¿Si se trata del desconocimiento de la realidad por parte de las autoridades?… O si en realidad les resulta imposible atender un problema que ya registra dos años de suscitarse y que, por lo que se advierte en los entornos sobre el tema, sólo ha sido atendido de manera temporal y, por lo mismo, los reclamos de inconformidad se han transformado en repetitivos e, incluso, con mayor agregado de irritación social.
Por el bien de Veracruz y sobre todo de quienes como pacientes son víctimas de tales deficiencias, resultaría muy saludable para la buena imagen gubernamental, que el tema se atendiera “no en su oportunidad” sino de inmediato, tal y como las circunstancias lo requieren.
Lo que se ve
El gobernador veracruzano Cuitláhuac García Jiménez, difunde en redes sociales un mensaje sobre la obras en la carretera entre Papantla y Poza Rica, una de las vías de mayor circulación vehicular en la región norte de tierras veracruzanos, en los ámbitos de la cultura totonaca… En realidad excelente obra que representará un notorio beneficio para quienes cotidianamente transitan por éstas tierras, que de hecho registran una actividad socioeconómica de elevadas dimensiones, ámbitos de donde han surgido figuras muy destacadas en los diversos escenarios de la actividad económica y social, así como cultural y política, que enriquecen el pasado y el presente de nuestra historia.
Lo que se oye
Y volvemos a lo de siempre, o sea, a los tiempos de la “no transformación”, precisamente con la referencia clara que origina protestas en la región veracruzana de Sayula, ello como resultado que las obras de re-encarpetado en un tramo carretero efectuado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, se podría decir que de inmediato, apenas se presentaron las primeras lluvias y “adiós asfalto”, obviamente la población refiere su inconformidad por los resultados, al tiempo que reclama se ejecuten nuevamente las obras en referencia, pero utilizando para ello concreto hidráulico y no el tradicional asfalto, que con recurrencia también es de pésima calidad, pero que en zonas como la de Sayula, constituye una inversión inútil que se agrega al desperdicio de los recursos públicos.
Cemento Hidráulico le solicita la población de Sayula al Gobierno Estatal…
Disfrute Usted de un excelente miércoles ya de las tradicionales posadas, pero por vía cibernética.