*Los retos escolares
*Se dispara pobreza
*Fracaso en seguridad
Dicen muchos especialistas en la materia, que el mayor yerro que se ha registrado en la vida política mexicana en tiempos actuales, es que nuestro peculiar sistema democrático, se favorece e incluso se considera como “apropiado”, que de manera “prácticamente regular”, en los escenarios electorales quien obtiene el triunfo como candidato a la Presidencia de la República o Gobernador de un Estado, como por inercia también lo obtiene en los espacios legislativos, tanto federales como locales, en los que se registra exactamente el mismo escenario.
Ha sido común en la historia moderna de nuestro país, que tales referencias en las que el depositario del Poder Ejecutivo refiera también mayoría partidista en los espacios legislativos, lo que para unos refiere una reflejo de poder absoluto, mientras que para otros constituye una oportunidad de maniobrar, por parte del Poder Ejecutivo, precisamente a lo ya apuntado por años atrás, sobre “el estilo personal de gobernar”, mismo que al final del día ha representado en el México de ahora y siempre, mayor perjuicio que beneficio.
Coincidir en los espacios legislativos con propuestas presidenciales, no constituye en la actualidad el resultado de una real coincidencia entre mandatario y legisladores, como tampoco en el pasado los ha sido (salvo honrosas excepciones) porque en los escenarios del legislativo mexicano en el transitar de las actuales generaciones, salvo casos realmente aislados, los diputados aprueban todo lo que se emite como propuesta sobre el escritorio presidencial… Aquella ya añeja referencia del entonces legislador (muchas veces lo ha sido) Porfirio Muñoz Ledo, cuando en representación del Congreso de Unión le señala al Presidente Luís Echeverría Álvarez: “Señor Presidente, Recuerde Usted que nosotros juntos, somos más que vos”… Constituye una referencia de lo que precisamente en la historia actual de México, ya no acontece.
Una Cuarta Transformación sería el que el Presidente de los mexicanos sea vetado por el Congreso de la Nación, para evitar reformas que parecen llevan singular prisa, con la finalidad (hoy en día) de sembrar descrédito en torno a espacios sobre procesos electorales y, aparejados a ello, sobre ámbitos vinculados con la administración de justicia, también en materia electoral.
Por sus propias referencias en días actuales, todo hace indicar lo valedero del concepto aquel donde se refiere “las cosas en palacio van despacio” (precisamente “porque se lleva prisa”) incluso es obligado señalar “la prisa en ámbitos presidenciales” vinculadas con la campaña descalificadora en contra de organismos relacionados con las tareas electorales, que pudiera registrar pasos no precisamente hacia objetivos democráticos, que fortalecieran los rangos ciudadanos de los mexicanos, sino que las referencias visibles apuntan sobre una “campaña descalificadora” sobre organismos prestigiados en el marco electoral, que como galardón de honorabilidad detentan el puntual reconocieron (ni tardos ni perezosos) precisamente del sobrado triunfo electoral del actual Presidente López Obrador, así como de los candidatos del cuerpo legislativo que lo acompañó y cobijó, en la primera mitad de su sexenio, ya muy pronto a cumplirse, registrando como herederos nuevamente a una mayoría morenista, con la diferencia que no son portadores (por el momento) de mayoría calificada.
Pero resulta incuestionable que, en el México actual (salvo pecados menores) la vida democrática en el territorio mexicano se encuentra garantizada por las instituciones que la representan, tanto en lo operativo como en lo referente al imperio en los espacios de la legalidad, luego entonces…
¿Por qué el peso del poderío federal, refiere un notorio acoso sobre organismos que conformar parte de las instituciones vinculadas con los procesos electorales en el país?… Sobre el tema privan muchas interrogantes, que obviamente originan incertidumbre entre diversos sectores de mexicanos.
Lo que se lee
Los maestros tienen toda la razón al exigir que en los protocolos de retorno a clases presenciales, se cumpla antes que nada con la vacuna aplicada a todos los alumnos, todos los maestros y todo el personal que en lo general opera en el sector educativo, referencia en la que el magisterio agrega, que el Gobierno debe firmar un documento en el que establezca, que cualquier contagio vinculado con la pandemia, constituye un riesgo laboral, al tiempo que todas las escuelas de todos los niveles deben ser reacondicionas hacia los escenarios que los tiempos pandémicos reclaman, o sea (para citar un ejemplo) el proceso de limpieza en todas sus áreas debe ser permanente, tanto en salones, como especialmente baños, oficinas, así como pasillos y áreas de juego de los alumnos.
En realidad y sobre el tema en referencia, nos debe quedar claro que cualquier síntoma de contagio tanto en el sector magisterial, como entre los alumnos, constituye una responsabilidad que debe asumir el Gobierno de la República, así como el de los de Estados e incluso de los municipios, por lo que los tres niveles de Gobierno, deberían de estar directa y cotidianamente vinculados, tanto con los programas de limpieza, como identificar la detección oportuna de contagios al interior de las escuelas, tarea que obviamente le corresponde al sector de salud pública, por lo que es conveniente que personal médico especializado, fuera comisionado permanente a cada una de las escuelas del país, sean en ciudades o en la zona rural… El reto no es nada sencillo, pero tales protocolos escolares serían impostergables en el caso de que se reactiven las clases presenciales.
Si las cosas se quieren hacer al amparo de lo razonable, y no de instrucciones impositivas que pudieran resultar no del todo apropiadas, ni tampoco aceptadas por amplios sectores de la población (incluyendo a núcleos del sector médico) entonces se deberá proceder atendiendo los planteamientos del sector magisterial, así como de padres de familia, argumentaciones y requerimientos que seguramente tenderán hacia el incremento, conforme se acerque la fecha para la polémica reapertura de centros escolares, si es que se insiste en tal determinación y, precisamente por los riesgos, termina cancelándose ante la terrorífica ola pandémica que estamos afrontando… Nada fácil y convincente el retorno a clases presenciales.
Lo que se ve
Se difunden cifras en referencia a los niveles de pobreza en el México actual, acreditándose por especialistas en la materia, que la Ciudad de México pasó de tener 2.7 millones de pobres en el año 2018, hacia la cifra de 3.9 millones de mexicanos empobrecidos en el año 2020, pero a más de ello se indica en la evaluación, que la pobreza extrema se disparó hacia el 163 por ciento en lo que va del actual sexenio gubernamental.
Todo obliga a reflexionar que si las cifras en referencia se apegan a la realidad, entonces está claro que en nuestro país se están incrementando los niveles de pobreza de manera acelerada, en lo que obviamente mucho tiene que ver el estancamiento financiero originado por la pandemia, que definitivamente podría ser menor, si privara un mayor entendimiento entre el sector productivo del país y los espacios gubernamentales, escenarios que se deben superar en nuestro panorama actual, en donde pareciera lo que en México se ha convertido en reiterativo, en el sentido que: “Las cosas en palacio van despacio”.
Lo que se oye
Que las tierras veracruzanas constituyen la entidad que en todo el país registra mayor número de secuestros, dato que por sí sólo refiere las significativas deficiencias que se registran en en materia de seguridad, hecho que pareciera no estimular a las instancias gubernamentales para mejorar (“desde arriba hasta abajo”) los sistemas, cuerpos y operativos en materia de seguridad, escenarios negativos que cotidianamente se registran, sin la menor presencia de núcleos policiacos, referencias que por sí mismas muestran que las estrategias gubernamentales para fortalecer la tranquilidad social y, con ello elevar la productividad, no han sido desde un inicio las apropiadas y lamentablemente continúan igual, pese a que prácticamente estamos acercándonos al cuarto año de la actual administración estatal, lo que no constituye una etapa reducida para referir eficacia en los delicados ámbitos que generan angustia entre la población…
Disfrute Usted con todas las precauciones de un excelente fin de semana.