La semana inició movida. En la digestión inconclusa del destape -otro más-, de la poderosa titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle García, quien parece que trae la bendición del altiplano para intentar suceder a Cuitláhuac García Jiménez en el terruño adoptivo, se empalma un suceso mediáticamente más pesado, escandaloso, que trae connotaciones políticas, avisos, advertencias y aclaración de paradas.
La aprehensión del ‘incombustible’ (Notiver dixit) Jorge Winckler por “noticia criminal” como él sustentaba sus arbitraras y vengativas detenciones en la fauna criminal de ex duartistas, le da un brochazo de certeza al gobierno de Cuitláhuac García Jiménez respecto a que no hay pactos con el yunismo, ni aquelarres inconfesables rumbo al 2024, en la elección del próximo inquilino o inquilina de Palacio de Gobierno.
En la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, ultimo reducto de los panistas cercanos al ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, corría la especie que existía una negociación para permitir la participación de los hijos en la contienda electoral por la gubernatura.
La detención de Winckler es un mensaje contundente. No hay pactos más allá de la sana diplomacia en el aterrizaje de proyectos industriales en Veracruz como la instalación de Constellation Brand y la procesadora de café de Nescafé, propiedad de la multinacional Nestlé.
El caso Winckler significará una escafandra de oxígeno vital para Verónica Hernández Giadáns, perdida en el yerro permanente de los desaguisados y torpezas cometidas por la institución que encabeza; si es que lo saben vender mediáticamente.
Se informó que fueron elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Coordinación Nacional Antisecuestro y de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, coordinados con la policía ministerial veracruzana, los que cumplimentaron la orden de captura contra Winckler.
Al exfuncionario yunista se le señala por los presuntos delitos de desaparición forzada y privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro.
Cómo dice el abogado Saul Goodman en la serie Better Call Saul: “que se haga justicia, aunque se caiga el cielo”.
O como dicen los clásicos griegos: la justicia solo puede provenir del poderoso; en cumplimiento cabal, exacto, preciso, conciso y macizo del aforismo popular “los matarifes de hoy, serán las reses del mañana “.
Y el mañana ya alcanzó al ex fiscal Jorge Winckler Ortiz, luego de tres años de librarse del largo e implacable brazo de la abogada Giadáns.
¿Que habrá pasado en Palacio Nacional? Quizá la señal inequívoca de como viene la pichada para el 2024. El lanzador, en la parte alta de la primera entrada da un revire a primera para aquietar al corredor de la posible alianza PAN-PRI-PRD en caso que Miguel Ángel Yunes Márquez decida jugar este complicadísimo encuentro.
Quizá la testa de Winckler fue entregada en cesta de mimbre en ofrenda señera que evite el naufragio mayor.
Quizá es el oaxaqueño fue exhibido como pieza de caza para aplacar la ira del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien algo olisqueó en el territorio veracruzano, donde estaría más que convencido que nadie puede hacerle contrapeso a su hasta hoy titular de SENER.
Lo cierto es que la interpretación hermenéutica de los veracruzanos, aficionados a jugarle al Mandrake en la adivinanza política, es que no hay más pactos ni diplomacias dientes pa’fuera en los actos protocolarios.
Como dicen los franceses; la démocratie est morte.
Las versiones, filtraciones y trascendidos apenas iniciarán.
Cuitláhuac García Jiménez se ríe en su mullido sillón de Palacio de Gobierno.
¿Dará conferencia esta semana Sergio Gil Rullán, dirigente del Movimiento Ciudadano, encomendero, correveidile, mandadero y división minúscula de los panistas, quienes lo usaron para ponerle el cascabel a Cuitláhuac?
Es pregunta pa´joder al vecino.
…De otro costal.
A unos días del consenso por la dirigencia estatal de MORENA, en el Distrito 13 de Huatusco, sale a la luz una vez más el verdadero rostro del autonombrado “enlace estatal” del Gobierno del Estado, Alejandro Porras Marín.
Este fraudulento y grisáceo personaje pretende, una vez más, hacer lo único a lo que se ha dedicado desde el año 2016: fragmentar y dividir a los morenistas.
Alejandro Porras hasta en su propia familia se encargó de bloquear las aspiraciones de su propia hermana Guadalupe Porras Marín, frustrándole el desempeño con mujeres y jóvenes militantes.
Por si fuera poco, este misógino charlatán, se ha dado a la tarea de hacer trabajo oscuro en contra de mujeres morenistas que son realmente poseedoras de liderazgo, trabajo político y sobre todo cuentan con valiosa factura moral, verbi gracia el caso de Guadalupe Vázquez, Nanyelli Saldívar, Zaira Ochoa, María Isabel Castillo; sólo por mencionar algunos nombres. De antemano y a voces se sabe que todo es la indicación que recibe de su verdadero socio, el zapatero priista Miguel Ángel Sedas.