En estos tiempos de confinamiento, cocinar es una manera muy agradable de pasar el tiempo. Por ello comparto con ustedes la historia de la choucroute.

Situada al noreste de Francia, Alsacia es una región que colinda con Suiza y Alemania y que, dependiendo de la época, ha pertenecido a veces a Alemania, otras a Francia. Estas vicisitudes históricas se reflejan en su cocina que cuenta con la choucroute como su platillo más conocido.

La base de la receta es la col blanca rallada, salada y puesta a fermentar en barriles de madera durante varios días. La col toma entonces un sabor acidulado con una textura crujiente y un color amarillo muy claro. La cantidad de fibra y vitamina C que contiene la choucroute hace de ella el platillo ideal para soportar los largos y fríos inviernos del este de Francia.

Se aconseja servir la choucroute con papas y embutidos entre los que se encuentran tres diferentes tipos de salchicha: de Francfort, de Strasbourg y de Montbéliard, además de rebanadas gruesas de jamón y tocino y también de un chamorro. Este nutritivo platillo puede ir acompañado de cerveza o de alguno de los excelentes vinos blancos producidos en Alsacia. ¡A su salud amigas y amigos!