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La conmemoración ambivalente de la batalla del Cerro del Borrego

En la noche del 12 al 13 de junio de 1862, tuvo lugar la batalla del cerro del Borrego, confrontación entre el ejército francés y las fuerzas mexicanas al mando del general Jesús González Ortega. Vencidos en Puebla el 5 de mayo, los franceses habían tenido que replegarse hacia Orizaba, para descansar y curar sus heridas. Pero el general Zaragoza no tuvo tiempo de reunir sus tropas y sólo unos 2 000 infantes del ejército de Oriente persiguieron a los franceses, y se instalaron en la cima del Cerro del Borrego, cerca de Orizaba, con algunos cañones para bombardear la ciudad.

Informado de su presencia, posiblemente por una mujer de Orizaba, el coronel francés L’Hériller ordenó a una compañía de unos 150 hombres, al mando del capitán Détrie, subir por la noche al cerro por la pendiente más abrupta y por lo tanto, menos vigilada. Demasiado confiados en su fuerza y cansados, los mexicanos que no habían puesto centinelas en este lugar se dejaron sorprender. Ocurrió primero un brote de pánico, pero rápidamente las fuerzas mexicanas contra-atacaron. Al oír el ruido del combate, una segunda compañía francesa subió al rescate de sus compañeros. Convencidos de enfrentar a la totalidad de las fuerzas francesas, los mexicanos se replegaron, dejando un saldo de 250 muertos y 200 prisioneros. Los franceses tuvieron 6 muertos y 28 heridos.

A pesar de una última tentativa contra los franceses, las tropas del general Ortega tuvieron que replegarse, dejando al ejército enemigo el tiempo necesario para recibir refuerzos y re empezar su marcha hacia Puebla.

Esta batalla a veces olvidada en los relatos históricos, llama la atención porque constituye un caso casi único: es una de las pocas batallas conmemoradas por ambos lados, tanto mexicano como francés. El capitán Paul Alexandre Détrie fue recibido personalmente por el Emperador francés Napoleón III y se dio su nombre a una calle del Séptimo distrito de París y con el nombre de Borrego, se nombró a otra en el Veinteavo distrito.

En México el cerro del Borrego es hoy un centro turístico y un ecoparque, accesible por el teleférico desde Orizaba. En la parte alta del cerro no sólo yacen las ruinas de un fuerte, sino que un museo se erige con imágenes, vestigios y accesorios de la batalla como mosquetes, banderas maltrechas, uniformes manchados de sangre y un cañón de la época que masacró a los soldados mexicanos.

Tal ambivalencia conmemorativa ilustra perfectamente la complejidad y la riqueza de las relaciones entre México y Francia.

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