Brandon Rafael Carpinteyro Baeza, de 25 años de edad, se define a sí mismo como un chico “buena onda”, a quien le gusta hacer muchas cosas, como estudiar, leer, ver televisión y ser voluntario de acompañamiento; en suma, es una persona que nunca se ha dejado derrotar por la esclerósis múltiple que le fue detectada a los 18 años de edad
“Yo soy el barco… y mi familia las velas; sin su incondicional apoyo y amor, yo no llegaría a ningún lado”, afirma Brandon. En cambio, para su familia es él quien en estos siete años de lucha les ha dado la fuerza para no decaer y mantenerse unidos y valientes.
El joven abogado recientemente titulado y con muchos planes a futuro, asegura que no ve su enfermedad como una enemiga, por el contrario, la considera su compañera de vida, lo que le ayuda a no cuestionarse el porqué, pues sabe que así es el camino que Dios le trazó; en cambio la esclerósis múltiple le ha enseñado a convivir, a ayudar a los demás y es precisamente su labor en el Voluntariado IMSS el que le llena de fuerza para vivir este proceso de enfermedad, que aunque sabe es incurable, la toma con la mejor actitud.
Brandon y su familia agradecen al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a médicos, enfermeras y en general al personal en Córdoba, como en Orizaba y en la Ciudad de México, las excelentes atenciones y trato recibidos, la claridad y empatía con que se han conducido y que indudablemente han contribuido a mejorar sus condiciones de salud.
En marzo, Brandon fue sometido en el Centro Médico Nacional Siglo XXI de la Ciudad de México a un trasplante, opción que los especialistas ofrecieron a él y a su familia como una esperanza para que mejorara; lo positivo fue que le trasplantaron sus mismas células madre, extraídas de su médula ósea, para lo cual tuvo una exhaustiva preparación previa, física, farmacológica, pero principalmente mental y emocional.
“Yo hablo con mi cuerpo, le cuento los procedimientos a que será sometido y le digo que todo va a estar bien, me abrazo y me animo todos los días, hábito que me ha dado resultado”, revela Brando con profunda emoción plasmada en su rostro.
Narra que en una ocasión era necesaria una recolección de 1,500 células madre y el conteo marcaba cero, al otro día ya tenía 3 mil. “Yo siempre voy para adelante, mi enfermedad es un pequeño bache que me va a ayudar a salir adelante, super alto como una estrella”, dijo Brandon con pleno convencimiento.
A lo largo de estos siete años, en los que ha padecido la esclerosis múltiple, Brandon se ha convertido en activo integrante del Voluntariado IMSS Veracruz Sur llevando consuelo, ánimo y esperanza a quienes se encuentran hospitalizados o cuidando a sus enfermos.