En el pueblo de Le Pouliguen, del que hablamos hace algunas semanas en esta misma columna, se encuentra la iglesia de San Nicolás. De estilo neogótico, este edificio religioso comenzó a construirse en 1860 para alcanzar su presentación final en 1896.
En 2017 esta iglesia recibe un órgano nuevo que puede considerarse una obra maestra. Se trata de un instrumento monumental y moderno cuya morfología evoca las velas de los barcos y hace alusión a la herencia marítima de Le Pouliguen.
Los hermosos vitrales del siglo XIX, así como las capillas y estatuas que constituyen el interior de la iglesia de San Nicolás, invitan al visitante al recogimiento y a la meditación.