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La joya de la corona

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         Roberto Bueno Campos, fundador y líder del grupo Los Flamers tripulaba un viejo Ford Crown Victoria negro, conducido por su fiel escudero Mario Fernández Palma, en las colonias populares de Veracruz, donde montaba zarabandas que lo conectaban con los habitantes de los barriales del Puerto.

Había aceptado ser el candidato del Partido Acción Nacional a la alcaldía del primer municipio en tierra continental en América Latina. Nadie, ni su primer círculo familiar vio posibilidad alguna de triunfo en esa empresa descabellada en apariencia.

El abanderado del PRI, Óscar Rodríguez Hernández, venía desde la Secretaría de Finanzas con todo el punch, la venia de Patricio Chirinos Calero, todo el aparato de gobierno coordinado para ganar una campaña de mero trámite, salvo la contrariedad y la oposición del entonces titular de la Secretaria de Gobierno, Miguel Ángel Yunes Linares.

La combinación de intereses, traiciones bajo la mesa y la entrada en vigor de la tan temida –para la base priista- concertacesión que el sistema le brindó al PAN, fueron un crisol, laboratorio de ensayo de política practicada no las urnas sino en la mesa de negociación que dio como resultado final la victoria para el músico jarocho.

A los 49 años de edad, Roberto Bueno Campos, ganó la elección municipal imponiéndose a Óscar Rodríguez Hernández para ser el primer presidente municipal de oposición entre 1994 y 1997, bajo las siglas del PAN.

La presidencia municipal porteña se ha repartido desde entonces entre el PRI y el PAN, con la llegada del gastroenterólogo Jon Gurutz Rementería Sempé (PRI), quien sustituyó a su primo hermano Julen Rementería de Puerto (PAN), el 1 de diciembre de 2017, en la plenitud del ‘pinche poder’ de Fidel Herrera Beltrán.

Veracruz Puerto es, en el análisis, la plaza más importante de las 212 presidencias municipales que se disputarán el domingo 1 de junio en el estado. La tetra heroica ciudad vive horas álgidas y febriles respecto a quién sucederá a Patricia Lobeira Rodríguez, quien, en cruda paradoja partidista, será la sepulturera del panismo porteño, según las proyecciones de los lectores de la carta electoral.

La pelea ahora es al interior del Movimiento de Regeneración Nacional que abrió las compuertas de la competición a los representantes más icónicos del priismo del agandalle y las malas prácticas sustentadas en las engañifas ancladas en apoyos económicos instantáneos a cambio del voto popular en las colonias.

Estos personajes que se colaron en el fidelato a posiciones de poder, hoy creen tener los merecimientos dentro de Morena, intentando desplazar de la fila de los méritos y trayectoria a los militantes que empezaron desde abajo, recorriendo calles, participando en asambleas, haciendo política de base, no fabricando imágenes políticas a través de la dadiva, compra de favores de la dirigencia morenista, o fabricando militancia en el humo de las redes sociales.

Esteban Ramírez Zepeta, dirigente en el papel del Movimiento de Regeneración Nacional, dijo en entrevista radiofónica que después de los tres días de registro vendrá el trillado de quienes aspiran, bajo el colador de la ética, el modo honesto e vivir, la capacidad y formación partidista; pero, sobre todo, el compromiso directo de las bases morenistas, hartas del manoseo oportunista de quienes hoy, a contrapelo de lo proyectado por la jefa política de Morena, Norma Rocío Nahle García, intentan sorprender con encuestas a modo, adhesiones movidas a base de billetazos y demás parafernalia que los hunden cada vez más a ojos de la gran electora de candidatos y candidatas.

La propia gobernadora Nahle ha sembrado la bandera morenista en la zona conurbada, arrinconando a los adversarios externos que desde diciembre permanecen en silencio, acechantes, ante el activismo político desplegado por la jefa del ejecutivo que ha sentado sus reales en la conurbación.

La democracia en Morena es tan elástica que caben todos, aún los ex priistas como José Ricardo Ruiz Carmona y Anilú Ingram Vallines, quienes como acuñó Miguel Alemán Velasco en la política veracruzana, ‘ya bailaron’ en posiciones de la burocracia estatal y legislativa.

Pese a la nueva concepción de la política, la vieja consigna de la forma y el fondo sigue en vivida vigencia.

En esa hoja de ruta, quien reúne las alineaciones astrales es la diputada federal Rosa María Hernández Espejo, quien desde las primeras horas de este enero febril se conduce con aires y estelas de candidata del morenismo.

En febrero, Morena dará a conocer quienes libren la criba de la probidad y sus nombres sean metidos a la encuesta, que necesariamente conducirá al consenso y/o la encuesta final como método de selección en el partido donde todos quieren entrar.

La presidencia municipal de Veracruz será para el Movimiento de Regeneración Nacional. Solo es cuestión de tiempo.

En Boca del Río, último reducto del panismo del estero, la empresaria periodística y socialité Bertha Rosalía Ahued Malpica se registró como aspirante a la presidencia municipal, donde seguramente se agenciará la candidatura para encontrarse en las urnas ya sea con Maryjose Gamboa Torales, apuesta del alcalde Juan Manuel de Unánue Abascal o contra Indira Rosales San Román, la única diputada de oposición que llegó a la LXVII Legislatura por mayoría relativa representando al distrito XVI.

No será un día de campo para La Gorda Ahued como candidata del morenismo, el Partido Acción Nacional dará la pelea con este par de féminas que tienen trabajo, recorrido y el sello del panismo en la conurbación.

Lectura aparte merece que las dos legisladoras panistas se hayan decantado por competir en Boca del Río, validando con esta migración que el Puerto es ya un naufragio para los azules.

En Boca del Río Morena deberá ir con su alianza completa con el PVEM y el Partido del Trabajo para hacer un mejor team back que le arrebate la alcaldía al PAN.

… del mismo costal.

La publicación de una fotografía donde aparece flanqueado por Dante Delgado Rannauro y el gobernador neolonés Samuel García, despertó el morbo entre los porteños sobre un posible cambio de camiseta del empresario constructor Ricardo Exsome Zapata, dos veces candidato de Morena a la presidencia municipal de Veracruz Puerto.

En el círculo cercano del senador suplente se comenta que sólo fue una gracejada, un chiste político para medir el agua a los camotes.

Lo cierto es que Exsome apoya a Rosa María Hernández Espejo en este tiempo de mujeres, pese a que su nombre aparece aun en la preferencia del colectivo, donde se le identifica como un activo del morenismo incipiente que abrió una zanja en la trinchera de lucha contra los Yunes en Veracruz Puerto.

columnacarpediem@gmail.com

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