Aunque en el proceso electoral federal y local 2021 Morena prácticamente lo arrebató todo, el Movimiento de Regeneración Nacional solo suspiró por la joya de la corona pero no logró alcanzarla, porque el panismo mantuvo la alcaldía de Veracruz.
Mucho antes del arranque de las campañas, Morena tuvo puesta la vista en un solo objetivo que le hubiera representado un triunfo contundente contra sus adversarios jurados, la alcaldía del puerto de Veracruz que por la coalición PRI, PAN, PRD disputó Miguel Ángel Yunes Márquez, hermano del actual alcalde e hijo del ex gobernador y principal líder opositor del sistema, Miguel Ángel Yunes Linares, quien prácticamente guardó sana distancia pública durante el proceso.
Por parte de Morena y sus aliados PT y PV, el diputado federal y constructor Ricardo Exsome Zapata finalmente se decidió participar en la elección luego de meses de especular si entraría o no, porque sabía perfectamente que la contienda contra los Yunes sería muy competida, pero confió en que vía las instancias lo apartarían del camino.
Y así fue, Ricardo Exsome recibió el beneficio de andar y desenvolverse libremente en el escenario político, mientras que a su adversario Miguel Ángel lo mantuvieron a raya y bajo la posibilidad de que por algún motivo lo fueran a aprender para encarcelarlo con el mínimo pretexto.
No ocurrió, pero faltando pocos días para la elección, el tribunal decidió cancelarle definitivamente la candidatura al panista y conminó al PAN a impulsar otro candidato; lo que no esperaban, era que el grupo Yunes ya tenía un plan “B” perfectamente estudiado y la candidatura recayó en la nominación de Patricia Lobeira de Yunes, esposa del depuesto candidato.
La encomienda para Exsome era clara: “Vas a Veracruz a arrebatarles la alcaldía” y de ahí apuntalaría su carrera política rumbo a palacio de gobierno vía la gubernatura de Veracruz, pero las cosas no salieron como las habían planeado y del distrito ganaron los diputados: Rosa María Hernández Espejo y Fernando Arteaga Aponte, pero Ricardo Exsome no.
Para ambos equipos, el panista y el Morenista, no es tan importante la presidencia municipal de Veracruz, sino lo que representa para las elecciones del 2024, porque el escaparate político e informativo no tiene competencia ni aun tratándose de Xalapa, donde solo figura el gobernador en turno.
Decía el ex alcalde de Veracruz José Ramón Gutiérrez de Velasco, “los principales enemigos de todo político no están enfrente, sino dentro de su mismo partido” y en efecto, la guerra interna del PAN es por la anticipada disputa de la candidatura a la gubernatura, por ello que panistas afines a Julen Rementería y su hijo Bingen hicieran todo lo posible por descarrilarlo, habría que ver si con el despliegue de fortaleza que el PAN hizo y hará para el 2024, ambos bandos aun ven posibilidades de triunfo, porque la debacle parece que apenas comienza.
Para el caso de Morena y Luis Exsome, los grupos internos cruzaron los dedos para que no se diera ese triunfo y así, la Secretaria de Energía Rocío Nahle y el alcalde electo de Xalapa Ricardo Ahued no tuvieran al tocayo como un potencial competidor con todas las posibilidades, teniendo el escaparate del puerto y la cercanía con el principal operador electoral del momento, el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Tras el resultado favorable a Patricia Lobeira, Ricardo Exsome desconoció el resultado del proceso y asumió tardía una postura de ataque y confrontación que debió hacer semanas atrás, cuando los asesores le decían que todo iba bien y en efecto, el principal programa presidencial le surtió de votos, pero toda la operación de apoyo que días antes le prometieron no llegó.
Pero obvio, esto no acaba y la carrera política de Ricardo Exsome está muy lejos de haber terminado porque a tres años pueden suceder muchas cosas y aunque Morena no pudo quedarse con la alcaldía de Veracruz, al menos le pellizcó varias posiciones que se van a hacer notar con fuerza. Exsome sabe que para el Presidente de la república, el haber perdido dos veces no significa estar acabado ¿O si?
BOCA DEL RIO SE LO LLEVA TODO
El plan de gobierno, la cercanía con la gente, la presencia activa y atenta con sus ciudadanos del alcalde Humberto Alonso Morelli, sus premios nacionales e internacionales apuntalando a Boca del Río como una ciudad segura y de progreso rindieron sus frutos y lo ganó todo, Diputado local, diputado federal y alcaldía.
Morelli fue el único alcalde capaz de soportar la tormenta Morenista que lo arrasó todo, los boaqueños difícilmente apostaron por otra opción que pusiera en riesgo la estabilidad que se vive en este municipio y eso no es producto de la casualidad, sino de los resultados.
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