Vivir en Veracruz es un privilegio. A pesar de formar parte de la zona atrasada del país, de la zona donde pasa el tiempo y rara vez observas un avance, la zona donde el conocimiento no es lo más importante, sino el chisme, el argüende y el desmadre. Y sí, por eso por el argüende y el desmadre es que creo que el veracruzano es más feliz que otros gentilicios del país. No sólo eso, quizá en Veracruz no se premie el conocimiento y la cultura, pero es indudable que el ingenio y la creatividad son las características principales de los habitantes del estado.
El sentido del humor, la alegría de vivir, el premiar con una buena carcajada el ingenio, es algo que caracteriza al veracruzano, bueno no a todos, porque hay unos, que casi son poblanos y ya su característica personalidad es más de guardar las formas y las apariencias.
En otros estados e incluso en la capital, la gente no es como le gusta ser, sino como creé que debe ser, las apariencias son las que mandan, y eso impide que el ser humano sea feliz, pues día con día niega su propia esencia, en función de quedar bien, fingiendo ser lo que no es.
Todo esto viene a colación, porque recordé que cuando me fui a estudiar a la capital, diez meses después de ser amigo de un compañero de la preparatoria, por primera vez le menté la madre con cariño, y éste, el chilango, se enojó. No entendía que hay dos maneras de mentar madres, una cariñosa, que implica afecto y cercanía, y otra con carácter totalmente ofensivo y próximo a la violencia. Por más que yo le explicaba que no a cualquiera se le manda a la chingada o se le mienta la madre con cariño, no fue capaz de entenderlo.
A partir de esa fecha, pude observar el comportamiento de las personas ante una broma casual, un albur, un doble sentido. Es innegable, que gente con cultura valora el ingenio, sin importar dónde nacieron o dónde se desarrollaron. Pero la inmensa mayoría, solo acepta bromas de sus más cercanos. En Veracruz es diferente, esa broma, que trae también festivo de inmediato, puedes realizarla con desconocidos y enseguida te van a seguir el juego. Y que quede claro, sólo los inteligentes pueden entender y seguir el juego de las bromas sin enojarse ni indignarse.
Pongo varios ejemplos: Llega el mesero con la cuenta y pregunta si se va a incluir la propina en el voucher o en efectivo… Yo respondo, diciendo con una sonrisa: ¨aunque no te la mereces, será en efectivo¨. Si estoy en cdmx, el mesero responderá indignado e incluso me ha pasado que rechaza la propina. Si estoy en Veracruz, la respuesta siempre será ingeniosa, o cuando menos una carcajada. Por ejemplo: ¨qué bueno que me la gané sin trabajar¨
Estoy a la puerta de mi casa, y pasa un amigo en su bicicleta, pesa 120 kilos, así que no va muy rápido. El diálogo es el siguiente: yo le grito ¨dónde se consiguen de esas bicicletas reforzadas¨. Él, sin dejar de pedalear, inmediatamente responde gritando también ¨para que te digo si son para hombres¨. Yo le respondo también de inmediato: ¨Ah, entonces es de tu marido¨. Y el diálogo allí se acaba, porque ya avanzó lo suficiente, sin embargo, los dos nos retiramos con una sonrisa, sabedores de que nos saludamos con mucho afecto. Cualquier transeúnte que nos escuchó, no va a dudar de nuestra sexualidad, sino que sonreirá, considerando la rapidez para poder responder a bote pronto de esa manera. Todos sabrían que somos amigos, y que fue un saludo afectuoso al estilo Veracruz.
Un ejemplo más, un poco más soez, pero muy divertido. Me levanto un domingo a las 6.30 am. (no sé porque es el único día que me despierto temprano sin alarma), lo primero es ir al baño, celular en mano, y perdiendo el tiempo en Instagram, me encuentro una joya, pues se refiere a la piel oscura y como aclararla, pero el inicio del anuncio es genial, https://www.instagram.com/reel/C8S20U7JVGw/?igsh=OGd5NDZmN3pmazg4 así que de inmediato me acuerdo de algunos amigos que presumen su negritud, aunque ninguno de ellos es verdaderamente negro de color de piel, simples mulatos presumiendo un pasado africano que en realidad no poseen.
Como yo no hice el anuncio, no tengo que disculparme por él. Lo menos que recibí después de iniciar un diálogo del tipo: ¨Ulises, encontré algo que puede serte de mucha utilidad, creo que es lo que estabas buscando, ¿Me permites compartirlo en este chat colectivo, por si a alguien más le resulta útil? La respuesta siempre fue: ¨Muchas gracias, agradezco tu atención, con toda confianza compártelo en este chat¨. Una vez compartido, siempre hubo un buen comentario, o una carcajada. En más de uno de los chats, se aprovechó para iniciar un rato la chunga y el relajo por el producto en mención y la ubicación inicial propuesta para utilizarlo.
Incluso, un amigo más ingenioso, de inmediato escribió en el chat del grupo dónde a él se lo envié: ¨No amigos, no es cierto, no le crean, ya lo usé y no cumple su cometido¨. Obvio que su comentario trajo más carcajadas y bromas al respecto.
Incluso en un chat fifí de amigos de cdmx, pregunté inocentemente quién era el más moreno del grupo, cayó el fundador del grupo, y de inmediato aproveché para enviarle la recomendación. A pesar de no ser veracruzano, el hecho de ser un abogado inteligente, permitió que, en lugar de enojarse, también soltara la carcajada, y en general, nadie del grupo tomó a mal la broma. Al contrario, saben que, si viene de alguien que vive en Veracruz, siempre se busca la sonrisa y la amistad franca, sin dolo ni mala fe.
Definitivamente es un privilegio convivir con veracruzanos de origen y de mentalidad.
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