En 1989 se abre al público la pirámide que se encuentra en la explanada del Museo de Louvre, misma que, al principio, creó gran controversia. En efecto, sus líneas modernas contrastan con los edificios aledaños, de corte mucho más clásico.
A pesar de todo, esta pirámide de metal y de vidrio, es actualmente uno de los atractivos del museo y constituye también su entrada principal. Su base ocupa mil metros cuadrados por una altura de 21 metros, a través de este gran volumen transitan cada día miles de visitantes.
Ya sea desde el exterior, como desde su interior, esta imponente construcción es impresionante y vale la pena visitarla, pues se trata de un monumento emblemático de París.