En política, todo es según el color del cristal con que se mira. Camelot.
La afiliación de Miguel Ángel Yunes Márquez, el voto 86, se dio ayer tarde cuando Andy López Beltrán, hijo de Ya Saben Quién, llegó como en promoción de Oxxo y llevaba en su cartera las credenciales de afiliación a Morena, donde quieren reunir 10 millones más de militantes, cuando ya tienen al 80 por ciento del país en sus manos. Todos aprovecharon el momento y se tomaron sus selfies con el segundo de a bordo en Morena, pero en la práctica es el primero, Andy sonreía, como la canción de Enrique Guzmán, o sonreía como si estuviera en Orizaba. A poquito rato brincaron las fotografías en el Senado, y una llamó la atención, Miguel Ángel Yunes Márquez rodeado de las dos torres senatoriales, Adán Augusto y Fernández Noroña, los tres mostraban su cartilla morenista, Adán Augusto, que había sido priísta, como su antiguo jefe AMLO, Fernández Noroña, que ya no tenía partido, pues venia del viejo PRD y Yunes Márquez, aunque no se había ido del PAN ya olía a leña de otro hogar, desde aquella vez que con el presidente del PAN nacional, Marko Cortés, se dieron un tirito su padre, el exgobernador ,y él mismo en el Senado, víspera de la votación histórica, cuando nadie lo encontraba y no apareció hasta el día del voto.
Cuando la nota trascendió las redes, la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, pegó su grito en el cielo, pidiendo a Morena lo desafiliara o le sacara tarjeta roja y que no necesitarían de VAR, enviaría las pruebas a la presidenta Luisa Alcalde.
Escribió Nahle: “Pido a la Comisión de Honestidad y Justicia, que no acrediten la membresía como integrante de Morena a Miguel Ángel Yunes Márquez, por no representar ni contar con los postulados del Movimiento de Regeneración. ¡Los militantes de Veracruz merecen respeto!”.
Luego soltó otra donde le señalaba a la presidenta, Luisa María Alcalde, que enviaría por escrito las pruebas de la carpeta azul, donde está involucrado en lavado de dinero y otros delitos.
Luisa María Alcalde dio acuse de recibo. Lo enviaría a la Comisión de Honor y Justicia, y que resuelvan ellos.
En la mañanera del otro día, la presidenta Claudia Sheinbaum tocó el tema, aseguró que son cosas de partidos y que ellos revuelvan, algo así.
La historia de estos desencuentros seguro van a continuar.
En el altiplano, tradúzcase Senado, Adán Augusto y Gerardo Fernández Noroña arropan al veracruzano porque, saben del valor de ese voto 86, y saben que cuando lo hizo le costó que fuera acusado de traidor y donde le veían le gritoneaban.
Es una lucha interna, tal y cómo se ve.
La gobernadora Nahle no quiere nada con ellos en Veracruz.
Y aquellos, incluido el hijo el presidente, lo acuerpan para tenerlo entre las filas morenistas.
Esta historia seguro continuará. Como dijera un gringo: To be continued.