En redes sociales corrió como reguero de pólvora, una fotografía. Tres personas en la imagen. Igor Rojí, Olga Sánchez y Erick Morales. Uno alcalde, la otra Secretaria de Gobernación. La segunda más importante en el Gabinete federal. Y el director de Gobernación. Respectivamente.
¿A qué fue Igor al altiplano? ¿Se fue acusar de que Cuitláhuac le quiere hacer de chivo los tamales? ¿Fue a chillar? Porque no fue a darle un libro de Orizaba ni tampoco a presumirle los atractivos de la ciudad o llevar de paseo a Erick Morales a que conozca Chapultepec.
Los agoreros dicen que le fue a poner el dedo al mandatario veracruzano. Para que doña Olga, le jale las orejas al desobediente del Palacio de Gobierno. A que no se manche con los orizabeños y le regrese su policía.
A poco sí estará muy parado con la Secre de Gobernación como para doblegar a Cuitláhuac García. ¿El gobernador se dejará? ¿Pedirá acaso una disculpa a los orizabeños por su rabieta y haber requisado a la policía? ¿Se humillaría y quedar en ridículo como gobernante estatal ante un alcalde que busca ser candidato a la Diputación federal? ¿Negociará la candidatura a San Lázaro? Ya se verá, dijera José Feliciano. Pues dicen pernocta en un hotel ubicado por la Sur 11 y Oriente 6.
El tata Obispo
El pasado domingo, en la homilía dominical, el obispo Eduardo Cervantes pidió a los feligreses a defender a Orizaba. Así como leen. Por medio del báculo, la mitra y el solideo, el jerarca católico exhortó a respaldar el trabajo que se hace en Orizaba y pidió orar por la seguridad en todo el territorio diocesano.
Les dijo antes concluir la celebración eucarística que un municipio que hace bien el trabajo vale la pena respaldarlo.
Y aprovechó para decirles a los detractores a que no le aumenten a las fallas, pues sólo hacen más grande las fallas.
La desconfianza
El alcalde orizabeño, dijo a la XEU de Veracruz, que no confía en la Secretaría de Seguridad es más ni el gobernador, pues teme que manipulen los resultados de los exámenes de control y confianza. Y así como las pruebas, se ordene el desmantelamiento de la corporación.
Ahora, buscará que desde el Altiplano, doña Olga le permita que otra entidad o hasta el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública les practique el examen de control y confianza.
¿Y el reconocimiento federal?
El pasado 30 de diciembre, el Ayuntamiento orizabeño recibió el documento donde los certifican como Academia de Formación Policial (AFOPOL) para poder atender a municipios vecinos que se quiera capacitar en materia policial. Es decir, serían una nueva Academia de policías.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública a través de la Dirección General de Apoyo Técnico fue el que generó ese registro cuyo objeto era recabar información general sobre las características, capacidades, instalaciones, organización administrativa y académica que permitirán conocer los puntos de mejora y tiendan a estandarizar lo procesos de profesionalización de los cuerpos de seguridad pública.
El Sistema Nacional de SP reconoció en Orizaba eso, y le extendió el certificado que tiene un periodo de vigencia de cinco años y sería una capacitación similar a la que aplican en la academia de El Lencero. En Veracruz sólo hay dos, una del Gobierno del Estado y otra de Orizaba. ¿Y entonces? ¿Qué pasó? ¿A caso hubo envidia? Hagan equipos de tres y debatan.
La psicosis
Por medio de las redes sociales circularon mensajes de voz de sepa quién. Pero en ambos audios se escuchaban las voces de mujeres que denunciaban que sujetos enviados por la delincuencia llegaron hasta la “pastelería” para cobrar la cuota, “ahora que la policía ya no está para protegerlos”.
Así también denunciaban que aumentó la ola de robos en calles de la ciudad ante la nula vigilancia. Hasta el momento no hay denuncia ante la Fiscalía por esos hechos.
La SSP
Cuál será la estrategia de la SSP y sus elementos para que sean bien vistos por los ciudadanos para que se sientan en confianza de que harán un buen trabajo y que no cometerán atropellos.
Mañana le seguimos. No olvide ir a tomar ceniza, sino Diosito de enoja.