Córdoba, Ver.- Para Ernesto Rivera Pernia, investigar la historia de Córdoba se volvió pasión y caudal intelectual. Su vocación por ahondar en el pasado de nuestro municipio nació a través de conocer la riqueza histórica que guarda el Archivo Municipal, en el cual se encuentran documentos valiosos no sólo para nuestra ciudad sino para todo el país.
Ingeniero agrónomo zootecnista por el Tecnológico de Monterrey, Rivera Pernia recibió la semilla de la curiosidad para investigar y buscar el conocimiento en escuelas como Grupo Escolar Cervantes, donde cursó la primaria de la mano de los legendarios maestros Bargés Barba, Atilano Luis Navarrete y Escutia
Siguió su paso por la Escuela Hispano Mexicana, donde otro grupo de maestros encabezados por el profesor Janeiro le dio la enseñanza media.
Dos han sido sus proyectos que ya están plasmados en sendos libros: El Código Córdoba que habla sobre la relación entre los arcos del palacio municipal y el monolito de la plaza 21 de Mayo.
El segundo libro que acaba de ser puesto a la venta en su versión digital a través del portal de Amazon es con el cual trasciende fronteras y va más allá en sus investigaciones
En entrevista para el portal Sucesos de Veracruz dará a conocer que el libro presenta datos extraordinarios que pocos nacidos en Córdoba, Veracruz conocen.
Rivera Pernia narra que existen 59 lugares con el nombre de Córdoba, algunas escritos con b labial y otras con v labiodental; algunas con tilde y otras sin el; existen las Córdobas hispanas y las Cordovas de Norteamérica.
También aporta el dato de la existencia de 3 zonas conurbadas con este nombre.
Lo que sí recalca sin equivocación: Todos los caminos de las Córdobas convergen en la Córdoba andaluza.
De 56 años de edad, tercero de cinco hijos de un matrimonio que hace muchos años tuvo un restaurante conocido como La Española, donde la carta contenía platillos típicos de la península ibérica, Ernesto Rivera asegura que en Córdoba nació un proyecto hace muchos años para hacer un museo de todas las Córdobas del mundo.
“Todo el edificio que actualmente ocupa la biblioteca municipal y el museo fue donado específicamente para este proyecto que a final de cuentas no se concretó quedando en ese inmueble la Casa de la Cultura, la Biblioteca Municipal y el Museo”.
El edificio fue donado por Luis Sáinz López Negrete conocido como benefactor de Córdoba por sus donaciones y la aportación de una lengua creada por él que se llamó “Lusane”.
Menciona que en su libro asienta la existencia de 59 Córdobas y 3 zonas conurbadas:
“No todas son ciudades o municipios. Hay provincias o estados, hay dos o tres estados como Veracruz. Uno en España, otro en Argentina y uno más en Colombia. En estatus inferiores existen pueblos y rancherías que también se llaman Córdoba”.
“Hay una cantidad increíble como puntos geográficos: ríos, montañas, montes y hasta un asteroide que se llama Córdoba”.
“Hay otras cosas hechas por el hombre como la moneda de Nicaragua que se llama Córdoba, el primer mapa de Texas se llama Córdoba y una flota hundida con millones de pesos también se llamó Flota Las Córdobas”.
Explica que “nuestra Córdoba se empezó a escribir sin acento y con v; ahora se escribe con acento y con b, pero tuvo su evolución y tiene su porqué. También lo analizo en mi libro”.
Recalca que en todos los casos el origen de sus nombres está directa o indirectamente relacionado con la Córdoba andaluza.
Externa al reportero que una pregunta que hasta la fecha no ha podido responderse es porqué existen tantas Córdobas en el mundo y no que lleven el nombre de otra ciudad.
Reitera que la Córdoba original es la española.
“Los primeros asentamientos tienen más de 5 mil años en ese lugar y fueron creados por ibéricos. La mayor influencia es la árabe en 3 o 4 niveles diferentes por la invasión, pero antes fue un lugar ocupado por los romanos. Y antes fue fenicia. Es una historia muy larga de 5 mil años”.
“La explosión de las Córdobas fundadas en diversos países y continentes tiene alrededor de 500 años”.
Prosigue:
“Mucha gente de esa Córdoba salió de su lugar de origen y se fue a vivir a diversas partes del mundo. Fueron muy aventureros; muchos de ellos ya llevaban el apellido Córdoba. Para muestra están los Fernández de Córdoba y los Hernández de Córdoba”.
“También hubo muchos niños y niñas expósitos de esa ciudad y de otras cercanas. Las autoridades los recogían y como no tenían apellido les asignaban el nombre de la ciudad como tal, entonces había cordobeses de alcurnia como otros que no lo eran”.
Lo que si deja claro es que “todas las Córdobas tienen su propia personalidad. Hay Córdobas al nivel del ecuador, muy tropicales y otras con altitud muy alta; otras en la zona polar, en Alaska; tienen culturas muy diferentes, pero yo las agruparía en dos bloques”.
“Las que hablan español que provienen de una cultura heredada de la ocupación española incluyendo a la de Filipinas las cuales tienen mucha herencia española y otro grupo es de las Córdobas de Estados Unidos, de habla inglesa, algunas de ellas fundadas por personas españolas y otras inglesas.
Pone de ejemplo el caso de una ciudad de EU que fue fundada por un soldado norteamericano que vino a México a pelear por su país durante la ocupación y fue herido y curado por cordobeses. Cuando regresó a EU en reconocimiento a ese gesto puso el nombre de Córdoba a su pueblo.
Rivera Pernia concluye para informar la publicación en el portal de Amazon de la versión digital y posteriormente la impresa que se espera salga en abril. Posteriormente se dará una en inglés y otra bilingüe.
Dijo que su interés es ofrecer a los cordobeses una versión normal y muy económica para que puedan adquirirla. Por el momento se puede adquirir en Amazon a través del link