*Se hace camino al andar. Camelot.
Al presidente AMLO le asiste la razón. Es otro el estilo personal de gobernar, y este presidente dejó en tierra el Air Force One mexica, el José María Morelos, el avión que no se puede vender, por mas que lo ofrezcan en abonos chiquitos, como los de Elektra, para trasladarse en aviones de línea y luego, cuando llega a su destino tomar las carreteras, es decir no hay helicópteros que lo trasladen del aeropuerto al sitio donde va al mitin y por eso cruza los malos caminos que recorremos todos los mortales, llenos de baches, de topes, de zanjas, de hoyos que a veces parecen cráteres. Peña Nieto y su secretario de Comunicaciones, el esteta de la corrupción, Gerardo Ruiz Esparza, quien, si la vida fuera una tómbola justa, debía ser enjuiciado no solo por el descuido a los caminos, sino porque en cada uno de ellos donde su mano tocó alguna carretera o puente, se encontraron con desvíos de fondos y con obras mal hechas (remember el socavón y el Tren a Toluca), y el tipo dicen que vive su vida loca en París, que París bien vale una misa, y un saqueo a la SCT y al erario mexicano. El presidente ha recorrido y le ha tocado pagar la demora y el aburrimiento de las mugres casetas de paga de Capufe. Al menos aquí a esta zona centro ya vino, cuando fue a Zongolica y pernoctó en Orizaba, y le tocó las dos joyas de la corona, las casetas de paga de Cuitláhuac y Fortín de las Flores, ambas en Veracruz, y supo lo que es amar a Dios en tierra ajena.
POR LOS MALOS CAMINOS
Hace poco AMLO llegó a Morelos, le llamó la atención, que ahora es una práctica común, que encontró a un señor y a su hijo tapando unos hoyos en el camino, y pidiendo la propina para los chescos. Eso es muy común por dos cosas, los pésimos caminos y el desempleo latente y que no hay obra pública en el país, que daba empleos, esa si es gente y pueblo bueno que busca como encontrar una propina haciendo la talacha para el pan nuestro de cada día. Y estalló encabronado, dijo que Morelos y Veracruz tenían muy malos caminos. Hasta lo subió a su red presidencial. El descuido de los caminos, habló de Veracruz, ha sido una constante. Todos se echaban la bolita, que si era tramo federal, que si era tramo estatal, que le correspondía al Municipio. Era un estira y afloja de echarse la culpa los Hunos a los hotros, por parafrasear a Unamuno y evadir las responsabilidades. Uno, que los recorre constantemente, al menos en la zona centro de Veracruz, ve el deterioro de esos caminos. Dijo textual: “Desde siempre en estos estados: Puebla, Morelos, Guerrero y Veracruz, los caminos están abandonados, la gente los tapa y pide su cooperación”. Y el gobernador Cuauhtémoc Blanco se puso a arreglar ese donde pasó el presidente y vio a los talacheros, un día después, después del niño ahogado. No olvidemos que AMLO presume que recorrió en Veracruz todos los 212 municipios, y que le ha dado dos veces la vuelta a la tierra en campaña, y sabe de ese deterioro. Era común que en tiempos donde reinaba el dinosaurio, a la caravana presidencial los llevaban sólo donde no se veían tan jodidos los caminos, pintaban las fachaletas de las casas, barrían, pasaban jerga, lavaban como maestros limpios y uno descubría por dónde iría el presidente. Peña usaba helicóptero hasta para ir al baño, y no se bajaba de la nube en que andaba, como a 20 mil metros de altura, diría Cornelio Reyna. Y eso que a mi presidente AMLO no le ha tocado venir al tramo de La Tinaja, que todos han tenido olvidado por años. Uno llega a la Y Griega de la ICA, y ese parece un tramo bombardeado como Irak. Y no vale gran cosa esa obra, en el lugar donde antiguamente había una gasolinera, es ahora camino de brecha. Y con tanto tráileres doble remolque y las lluvias constantes, los caminos se deterioran más rápido. Veracruz es campeón en cosas malas. Primer lugar en dengue, Primer lugar en feminicidios, Primer lugar en secuestros y ahora, Primer lugar en los malos caminos. Adónde vamos a parar, diría el legendario Buki.
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