La costa atlántica francesa es rica en lugares agradables, uno de ellos es Le Croisic. Se trata de un pequeño pueblo de pescadores, muy pintoresco, situado en una isla conectada al continente por un puente.
El puerto de la isla es el sector más antiguo de la comuna. Varias de las casas que ahí se encuentran fueron construidas entre los siglos XV y XVII y están protegidas de toda degradación por el ministerio de cultura francés.
Con 4.5 kilómetros cuadrados de superficie y alrededor de cuatro mil habitantes, este municipio cuenta con paisajes marinos, espacios abiertos y callecitas tradicionales por las que el visitante puede deambular tranquilamente y descubrir sus riquezas arquitecturales.