Orizaba, Ver.- Gracias a que la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE) está realizando su trabajo de manera adecuada, muchos mexicanos han podido regresar al país y alejarse de la zona de guerra, aseguró la joven rioblanquense Luz Elisa Reyes Reyes quien radicaba en Kyiv, Ucrania, zona que ahora se encuentra en guerra.

A su llegada a la ciudad tras más de 30 horas de viaje, la joven quien tenía tres años estudiando en la Academia de Música “Glier”, dijo que tras resguardarse por unos días en una ciudad de Europa la embajada de México en Ucrania a través de la Fuerza Aérea Mexica repatrió en este segundo vuelo a varios connacionales desde Rumanía.

“Se nota que hicieron bien su trabajo en la embajada porque muchos mexicanos ya estamos acá y estamos a salvó”, Aseguró.

La joven de 22 años, oriunda del municipio de Río Blanco viajó en el segundo vuelo que envió el gobierno mexicano para traer al país a personas que estaban en Ucrania luego de que iniciara el conflicto con Rusia, pero detalló que unos días antes de los bombardeos, se trasladó a una zona segura ante los rumores del estallo del conflicto.

“Planeé salir un poco antes y me quedé unos días en Europa, pero debo decir que la embajada de México en Ucrania siempre se portó excelente con nosotros los estudiantes y nos acomodaron en este segundo vuelo que realizó la Fuerza Aérea Mexicana.

Lamentó tener que salir de aquel país a luego de cursar más de la mitad de la licenciatura en música, por lo que dijo confía en que pronto pueda terminar la situación de guerra en aquel país para poder regresar y concluir sus estudios.

“Si se puede regresar para terminar, eso sería bueno. Dejé amigos y es muy difícil dejar a los grupos de la escuela y preguntarles dónde están ellos y sus familias; trato de estar al pendiente que estén bien”.

Lamentó que la ciudad donde vivía, ahora este convertido en un lugar de guerra. “Kyiv era un sitio tranquilo, y no es el sitio que yo conozco, es diferente, ver estaciones del metro, ver calles destruidas y vacías cuando estoy acostumbrada a verlas siempre llenas. Tengo una gran admiración por los ucranianos, porque tienen un ánimo muy arriba.

En cuanto al viaje desde Bucarest, Rumanía hasta Orizaba, dijo que fue largo, pues el vuelo a la capital de país fue de cerca de 20 horas y de ahí el traslado a Orizaba. “No pensamos que el conflicto iba escalar de esta manera y una precaución que tomé fue salir, de hecho me cancelaron un vuelo, el primero que iba tomar, pero ya en el segundo pude salir hacia Europa, porque todavía no había el conflicto que hay, pero se juntó con el deseo de la gente que quería salir”.