Cumplir 48 años en un diario, en estos tiempos de crisis, está muy canijo. Pero Notiver los cumple en un día Guadalupano de 2022. Nació un 12 de diciembre, y desde aquel año ha servido a sus lectores, y solo a ellos. Han bregado, a veces, contra viento y marea, no todo ha sido dulzura, la Prensa libre siempre encara problemas, muros que brincar, porque los gobernantes se convierten y se les transforma su piel muy delicada. Aquí eso no ocurrió, con todas las adversidades. Felicidades a todos, a Alfonso Salces Fernández, dueño y director, a su esposa Charo, a sus hijos, al equipo de trabajo de oficinas y prensas y reporteros y a los voceadores, que a diario salen a la venta, llueva o truene y, como dice su portada de hoy: “Somos papel y somos virtuales. Aquí se teclea, aunque la rama cruja”. Larga vida a Notiver, el diario consentido de los veracruzanos. ¡Qué viva mil años más! Camelot.
LOS NIÑOS DE TZONCOLCO
Hace unos días visitamos esa comunidad indígena llamada Tzoncolco, cuando el Grupo Guarderías Infantiles de Orizaba les llevó sus despensas (500) a los pobladores, llamó mi atención un par de niñas que, en el micrófono, una de ellas en Náhuatl y la otra la tradujo enseguida, hacían una petición especial. Esa comunidad vive de la madera y el carbón y buscaban un sitio en Orizaba donde poder venderlos, la otra petición era que se les arreglaran los baños de la escuela (ahí la jefa Matilde se puso a mano, y lo solucionó), y con esa venta de carbón, decían, les serviría para formar una biblioteca en su escuela, que vive sin libros. Paréntesis. (Si conocen algún proveedor o comprador de carbón, denle mi número a ver si él puede comprarles su carbón: 27272 53852). Se me encendió mi foco de Peraloca y me dije Eureka, ya sé adónde va a ir a parar mi biblioteca. Tengo comprando libros desde los 14 años y hace nada un vecino, Venancio Fuentes, me obsequió 125 de un tío; en mi biblioteca debo tener unos 3 mil y pico de libros, según el último censo de Mitofsky casero y me puse a buscarles, primero las tablas de pared donde los fijaremos, luego las rejillas, que aquí tenía como cien y antes que termine el año les llegarán donados los primeros 500 libros, espulgados y quitándoles los de adultos, porque la lectura es la fábrica de la imaginación. El recuerdo que deja un libro es más importante que el libro mismo. Benditos sean estos niños que buscan el saber, el estudiar, el tener libros donde carecen de ellos. Allá les llegarán pronto.
EL DICHOSO BAD BUNNY
Debo decir, como dicen los abogados, a fuerza de decir verdad, que al tal Bad Bunny Yo Mero no lo conocía. Soy de Los Beatles y Elvis y Frank Sinatra para atrás. Pero una de mis nietas, que ya fue a verlo en vivo me dijo que era cantante urbano, puertorriqueño. Fui a Wikipedia: “Benito Antonio Martínez Ocasio, conocido artísticamente como Bad Bunny, es un rapero, cantante, compositor, productor y exluchador puertorriqueño. Su estilo de música es generalmente definido como rap latino y reguetón, pero también ha interpretado otros géneros como kizomb”. Ayer en una comida sabatina me pusieron un video donde arrasa las multitudes. Es capaz de llenar el Estadio Azteca en su totalidad, y todos los foros donde se presenta. Debe tener más plata que un milloneta de Forbes. Pero solo en México puede suceder que muchísima gente no pudo entrar a ese evento porque sus boletos o fueron clonados o les hicieron la maldad, eran muchísimos. Culpaban a Ticketmaster y la autoridad, que debía vigilar estos estropicios, sobre todo la policía cibernética, ya detuvo a 14 revendedores y encontró paginas chafas donde vendían boletos apócrifos, esa gente que allí durmió y otros venían de partes alejadas de la república mexicana y hasta de Chicago, algunos, se quedaron afuera sin poder ver el evento por el cual habían pagado grandes sumas de dinero, porque se cotiza como en la bolsa, hay boletos de 20 mil pesos y más caros. En México somos expertos para la maldad, cuando no es atracos o extorsiones es esto, clonar boletos de gente que va a un espectáculo. Ojalá y las autoridades apañen a los responsables y les den cárcel, no solo por momentos donde salgan con fianza, para que dejen de hacer maldades y tropelías.