Prefacio.
Dicen que lo que hemos escuchado hasta ahora, es apenas el preludio. ***
Cuentan quienes de esto saben que en cuestión de horas (quizá este mismo
lunes) estaría circulando un video, que forma parte del material
informativo que posee Javier Duarte de Ochoa y que ha prometido dar a la
luz. *** Esto sería apenas “una probadita” de lo que tiene y que le podría
interesar al actual gobierno federal. *** No creían que se atreviera a abrir
la boca… ahora no saben cómo callarlo.
* * *
Javier Duarte ha decidido hablar.
No es muy claro en sus razones. Sólo advierte que “ya es el momento” y
promete revelar muchos detalles importantes de lo que le tocó vivir como
gobernador de Veracruz.
La noche del viernes 12 de julio se comunicó vía telefónica con quien esto
escribe. Minutos antes un amigo mutuo anticipó la llamada.
Fue una charla de más de media hora, en la que se dio la oportunidad de
conocer, de él mismo, muchas de las circunstancias que confluyeron para
llegar a este momento.
El siguiente es sólo un fragmento de esa charla: – ¿Qué opinión te merece
Cuitláhuac García?
– Es un buen hombre…
– ¿Sólo eso?
– Sólo eso.
– Se insiste mucho -y hasta la fecha hay quien lo menciona- que en el 2016
tú apoyaste con dinero la campaña de Cuitláhuac García. ¿Es eso cierto?
– Es falso. Ni un solo peso le aporté. Lo que sí debo admitir es que no hice
nada por contenerlo. Héctor (Yunes Landa, candidato priista a la
gubernatura en el 2016) fue el único que no entendió que él era el más
favorecido con el crecimiento de Cuitláhuac. Si la contienda se hubiera
polarizado sólo entre los primos, a Héctor le hubieran dado una paliza.
Dividir los votos entre tres opciones permitió que las distancias se
acortaran.
– Miguel Ángel Osorio, quien fuera secretario de Gobernación en la
administración de Enrique Peña Nieto, niega que haya pactado tu entrega e
incluso exige que presentes pruebas de tus dichos.
– Es lógico.
Por supuesto que no hay documentos firmados, pero su
confabulación con Miguel Ángel Yunes fue más que evidente. Te voy a
narrar algunas anécdotas que confirman esa vinculación. En el 2010,
cuando trabajaba ya en mi campaña por la gubernatura, contraté tres casas encuestadoras para conocer las tendencias y preferencias de los
veracruzanos. Una de ellas fue Mitofsky. Un día Roy Campos me llamó y me
dijo: “por políticas de mi empresa, la información que resulta de mis
investigaciones sólo se la entrego al cliente que me contrata… salvo que
este me autorice a comercializarla a terceros interesados. Te hablo para
comentarte que hay gente que me pide que les venda las encuestas que he
hecho para ti en Veracruz”. Le pregunté quién la había pedido ese material
y me respondió: “el gobernador de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio; me dijo
que le quiere regalar esa información a su amigo Miguel Ángel Yunes”. Por
supuesto le dije que no lo autorizaba a vender las encuestas que yo le había
encargado.
– ¿Desde entonces ya operaban juntos Osorio y Yunes?
– ¡Desde antes! No olvides la vinculación de ambos con la maestra Elba
Esther Gordillo, y fue Miguel Ángel Yunes quien después operó con Osorio
Chong su captura y el proceso penal en contra de quien fue la tutora de
ambos. Te voy a narrar otro momento en el que quedó demostrado que
Osorio Chong estaba empeñado en impulsar a Miguel Ángel Yunes: A
finales del 2015 y principios del 2016 se abrió un fuerte debate en el Comité
Nacional del PRD frente a la propuesta de ir en alianza con el PAN en las
elecciones de Veracruz. Yo tenía contacto con la mayoría de las “tribus”
perredistas y todas me habían manifestado su decisión de impedir que esa
alianza se concretara. Su resistencia fue tal, que el entonces dirigente
perredista, Agustín Basave, puso en la mesa su renuncia, en caso de que no
se concretara la alianza. De pronto las cabezas de esos grupos perredistas
me empezaron a llamar. Me decían: “Nos están hablando de Gobernación,
de parte del secretario; nos están presionando para que respaldemos la
alianza en Veracruz”. Era evidente que Miguel Ángel Osorio operaba para
allegarle a Yunes Linares todo lo que le pudiera favorecer.
– ¿Se puede inferir que Osorio y Yunes fueron quienes provocaron tu caída?
– No sólo ellos. Alguien que me sorprendió, a quien no vi venir, fue al
consejero jurídico del Presidente (Humberto Castillejos); debo admitir que
Miguel Ángel Yunes fue muy hábil y lo sumó a su estrategia, al grado de
contratar a su despacho jurídico para que viera sus propios temas.
Castillejos fue otro de los que se dedicó a sembrar la discordia entre el
Presidente y yo.
– ¿Terminaron disgustados tú y Peña Nieto?
– No, no creo. Bueno, incluso, como ya lo he comentado, me hizo llegar un
recurso. Él asumía que sería para apoyar a mi familia en esos momentos tan
difíciles, pero en realidad se los tuve que entregar a los funcionarios de la
FGR, quienes me amenazaron.
– Volvamos a la actualidad. Hablaste ya con los agentes del Ministerio
Público federal. Fue lo que pediste en esa carta dirigida a (Alejandro) Gertz
Manero. ¿A qué llegaron?
– En efecto, me visitaron agentes de la FGR y les ratifiqué que tengo
información que les puede resultar útil para avanzar en algunas carpetas de investigación que ellos tienen abiertas. Sólo les pedí dos cosas: que se
respete mi derecho a no autoincriminarme -ni a mi, ni a mis colaboradores-,
y que por parte de la Fiscalía no pongan obstáculos a las gestiones que mi
defensa hace en el ámbito del Poder Judicial. No les pedí un trato especial,
sólo que haya piso parejo. Se fueron con mi propuesta y ya me hicieron
saber que sí existe interés en llegar a un acuerdo conmigo.
– ¿Qué viene ahora?
– En lo personal, seguir trabajando con mis abogados hasta conseguir la
libertad. Hay muchos que temen ese momento, saben que saldré como toro
de lidia.
– Dicen que “en la cárcel y en el hospital es donde se conocen a los amigos”.
¿Te ha servido a ti esta experiencia?
– ¡Ah, claro! Hoy son más los que me buscan, los que se acercan, los que me
dicen “todo este tiempo he tenido encendida una vela en mi casa para que
te vaya bien”. Yo tengo muy claro quiénes hablan sinceramente y quienes
aprovechan la coyuntura.
– ¿Cómo estás ahora? Te percibo de buen ánimo.
– Estoy muy bien, a pesar de las circunstancias. Yo soy una persona que se
sabe adaptar a cualquier condición con la que me tope. He podido ayudar a
personas que estaban encerradas injustamente. Esta etapa me ha
permitido, además, conocer a gente muy interesante. Hoy tengo como
vecino al abogado Juan Collado y ya tuve la oportunidad de saludarlo.
Javier Duarte tocó todos los tópicos. Mucho de lo dicho en esa llamada, ya
lo había expresado a otros medios. Habló de los procesos que le siguen en
el fuero común, dio algunas pistas sobre la información que le podría hacer
llegar a la FGR y mostró que conoce al detalle los retos que tiene aún por
superar en el ámbito jurídico.
Si todo esto lo hace desde su celda, imaginen lo que podrá hacer una vez
que obtenga la libertad.
* * *
Epílogo.
Si hay alguien que no debe estar muy tranquilo con la “elocuencia” que ha
mostrado en los últimos días Javier Duarte de Ochoa, es el diputado federal
y exandidato del PRI a la gubernatura de Veracruz, Héctor Yunes Landa. ***
Fuentes bien informadas han sugerido que parte de la información que
podría dar a conocer Duarte de Ochoa a las autoridades federales, sería la
relativa a los apoyos económicos que recibió Yunes Landa en el 2016 para
financiar su campaña. *** Sí, Héctor Yunes, el mismo que denunciaba que
“a Cuitláhuac (García Jiménez) sí le entregaron (dinero), en dos ocasiones le
llenaron de maletas una camioneta Grand Cherokee, polarizada, negra. Me
lo dijo gente de adentro de la Casa Veracruz”. Las vueltas que da la vida.
filivargas@gmail.com