Proverbio chino: “Cuando dos elefantes pelean, la hierba es la que sufre”. Camelot.

Y no llegaron como los marcianos, bailando cha-cha-cha. Donald Trump pegó un gancho al hígado. No solo lanzó la proclama del 25 por ciento de aranceles a México, sino que acusó a su gobierno de estar coludidos con el narcotráfico. Cosa que los mismos americanos y la DEA filtraban, pero nadie se había atrevido a decirlo tan directo como su poderoso presidente.

La proclama llegó y puso a temblar el rancho de Ya Saben Quién.

Eran días inciertos, Arrasaba con Canadá, México y China. A unos los repudia más, como al Trudeu, pero por ahí arrasó con México.

Todos reaccionaron como pudieron, la presidenta Sheinbaum llamó calumnia a esa proclama trumpista.

Marcelo Ebrard se envolvió en la bandera y gritó como si se estuviera en Guerra, el grito de Mac Arthur: Venceremos. No se supo a quién vencería, porque esa potencia mundial llamada Norteamérica no ha sido vencida como imperio que es, al contrario, en las dos Guerras han llegado de salvadores. Ay Marcelo.

Las redes sociales se volvieron locas. Los opositores, con todo, los defensores de la patria, cantando el Himno Nacional en el Congreso. Ridículos, como si el himno los salvara de sus desaciertos.

Era mucho tiempo que los americanos habían filtrado esa asociación con los narcos, ahora la soltaban. En el mismo Congreso otro opositor, Germán Martínez, los culpó por haber protegido a los narcos, dijo así, con inspirado acento, como en el Brindis del bohemio, que Andrés Manuel López Obrador solo había viajado como presidente una vez a Washington y 10 veces a Badiraguato, tierra de los Chapos.

Lilly Téllez, ni se diga. Arreciaban los ataques en la votación para obtener los recursos del Infonavit, cosa muy natural porque tienen mayoría  en el Congreso, como le dijo López Dóriga a Ricardo Anaya, ahora que se estrena como líder del Senado del PAN, qué caso tiene, decía Joaquín, ser oposición cuando no tienen los votos suficientes y los arrasan en todas las votaciones.

Una gran verdad.

Los comentarios se diversificaron. Hubo quienes señalaban que a Trump le vale gorro México y el mundo, muy cierto, una prueba, decía este analista, es que ya perdonó a Maduro con tal de que le acepten a sus migrantes, el dictador sonreía gustoso. Por poco le invita que ponga más Mc Donalds en Venezuela.

Así es. El daño va a ser al pueblo de México. Si llega una recesión, como aseguran los economistas, será el pueblo que pague las consecuencias, vendrán ajustes y desempleos y mucha gente saldrá a buscar trabajo. Ese daño es al pueblo.

Ojalá y pronto haya arreglo y le permitan a este presidente bravucón y poderoso, que apacigüe a los carteles del Fentanilo y los busque y encuentre y encarcele, o los abata. Solo así estará tranquilo, cuando esas aguas de la droga amainen en su tierra, donde son los consumidores número uno del mundo, por varias razones, entre ellas que tienen una gran capacidad económica y todos traen dinero. Sino véanlo en sus estadios, que están a reventar en los eventos deportivos.

China no tendrá problema. Es una potencia económica y ese 10 por ciento apenas les hará cosquillas.