La ciudad de Brujas en Bélgica, de la que ya hemos hablado en esta columna, está atravesada por numerosos canales que durante su apogeo económico jugaron un importante papel en el transporte de mercancías.



Actualmente, dichos canales forman parte del atractivo turístico de la ciudad. El visitante encontrará numerosos embarcaderos en los que comprar un boleto para pasear en lancha durante una hora.



Este paseo acuático es una experiencia muy agradable pues ofrece la oportunidad de recorrer la ciudad de manera diferente: bajo los puentes, junto a los numerosos cisnes que pueblan los canales y admirando los edificios medievales desde otra perspectiva.


