*El periodismo es libre o es una farsa. Camelot.
Las autoridades veracruzanas deben tener cuidado que, cuando se hace una investigación seria, como la que se hizo para detener a 15 exduartistas, acusados de aplicar como Peña Nieto y Rosario Robles, las empresas fantasmas, entre ellos Tarek Abdalá Saad, que tiene dos frentes abiertos, el de la Fiscalía y la misma señora Karime, que lo demandó por soltar la sopa. Y digo deben tener cuidado porque por ahí se llevan entre las patas (expresión común) a muchos inocentes que no tienen vela en el entierro, como a un señor, leo en AVC Noticias, de oficio albañil, con más de 70 años que no sabe leer ni escribir y que seguro estos gandallas utilizaron su nombre para crear una empresa fantasma. Ese hombre fue detenido y debe ser soltado de inmediato. El viejo estilo de reclutar prestanombres era llegar, ofrecer unas despensas o apoyos de subsidios y pedir su credencial del INE, donde ahí lo ponían como director de una empresa fantasma, aunque no supiera leer ni escribir. Los juzgadores, Fiscalía o jueces, deben aplicar la ley y hacer justicia y dejar libre a estos pobres hombres, que fueron utilizados como carne de cañón, en algunos casos ni los domicilios existían. ¿A poco se nos ve pintas de qué somos socios de empresas?, dijeron familiares de comerciantes que se dedican a vender y vivir al día, y también fueron detenidos. Busquen a los cabezas grandes, a los reclutadores, a los que se llevaron el dinero y dejen en libertad a esta pobre gente inocente.
MAS DE LIBROS (OTROS TRES)
En la reclusión de la pandemia, en el cuarto solo, después de ver películas y series en Netflix o dónde se pueda, uno echa mano de sus libros. A Dios gracias y a mis dineritos, pude hacer una colección de casi 3 mil libros que, cuando muera, he dicho a los míos que se donen a la Biblioteca Municipal de Orizaba. Hay de todo, como en botica, mantengo libros desde que costaban 40 pesos, me he ido en el transcurso de los años por la historia, y he leído mucho de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo ahora que no hace mucho apareció el gran libro de Juan Eslava Galán. ‘Una historia de la Segunda Guerra Mundial contada para escépticos’, muy entendible para aquellos que desconocíamos tópicos de la historia de esa terrible guerra. Releí el de JFK, la triste historia de su asesinato un noviembre de 1963 y la explicación de las lagunas histórica que dejó la Comisión Warren, que no le quisieron entrar fuerte a la conspiración y se fueron por el chivo expiatorio, Lee Harvey Oswald, como nuestro Mario Aburto. Estoy ahora en estos tres: ‘El azar de la mujer rubia’, la historia de poder de un triángulo amoroso político, entre el Rey Juan Carlos y una mujer rubia, Carmen Díez de Rivera (Madrid, 1942-1999) y Adolfo Suárez, ella quien fue junto con la Reina, a quien admiraba con afección profunda, la mujer más importante entre la clase política española que gestionó de cerca la Transición de la dictadura a la democracia. Y lo hizo a un latido de distancia de Adolfo Suárez, como jefa de su Gabinete en Presidencia del Gobierno en fechas cruciales de su mandato, entre 1976 y 1977. Ella, con una vida apasionante y muy sufrida, nacida de una relación extramatrimonial de la marquesa de Llanzol con Ramón Serrano Súñer, cuñado y ministro de Franco. Un libro que releo, donde Adolfo Suárez se convierte en el primer jefe de gobierno de la transición española, escrito por el gran Manuel Vicent. Los otros dos son de los nazis, cuando Roosevelt, después de haberlos vencido, dijo que el pueblo alemán solo debía desayunar sopa, comer sopa y cenar sopa, y así, después de la guerra, más de 3 millones de alemanes murieron y 200 mil niños nacieron de violaciones. Se comportaron como ellos mismos, sin juicio ni decoro. O quizá rememorando lo que Patton dijo a uno de sus generales, después de llegar y ver el campo de concentración de Buchenwald: “¿Todavía tienes problemas para odiarlos?”.Pero esa es otra historia.
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