Nos encontramos nuevamente en el jardín de Luxemburgo en el Quinto distrito de París. Esta vez quisiera hablarles de las diferentes estatuas que lo adornan. Sería imposible presentarlas todas, pues resultaría sumamente largo, por ello hice una selección.

Destacan poetas y escritores ilustres, Teodoro Banville, Charles Baudelaire, Paul Elouard, Luis Ratisbone y Ferdinand Fabre. Entre los científicos cabe mencionar a Eduardo Branly, descubridor de la radio conducción, técnica que da pie a la telegrafía. Los políticos también tienen un espacio en el jardín y el mejor ejemplo es Federico Leplay y Pierre Mendès France, diputado y ministro entre los años veinte y sesenta del siglo pasado. Los músicos no podían faltar y Antonio Watteau cuenta también con su estatua.

Dentro de este recorrido, lo que llama más mi atención es la ínfima representación de mujeres de letras o científicas. Sólo encontré la estatua de Sofía Rostopchine, Condesa de Ségur, una escritora de origen ruso cuyos maravillosos cuentos infantiles siguen haciendo las delicias de la adulta que soy actualmente.