*Acaba con el león y el resto de la selva temblará de miedo. Camelot.
Suelen los lunes ser buenos para analizar a los programa políticos, de gente seria. Suelo ver La hora de Opinar, a las 10 de la noche en Foro TV, excelente porque tiene a los verdaderos críticos del sistema, entre ellos el incómodo Héctor Aguilar Camín, por lo regular siempre les acompaña Javier Tello yel ex canciller Jorge Castañeda, moderado por Leo Zuckerman. Cuando uno de ellos falta llaman a otro talento para disipar los problemas del país. El del lunes le entraron a la economía y buena fue la sorpresa de ver a Macario Schettino, que orizabeño de nacimiento es y aquí viven sus padres, un ingeniero químico y en sistemas por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), donde se graduó en 1985. Con Maestría en Economía por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en 1988 y un Doctorado en Administración por el programa conjunto del ITESM y la University of Texas en Austin en 1993.4 Actualmente está estudiando para un segundo doctorado en Historia en la Universidad Iberoamericana. Tocaron el tema de la economía, del quebranto que México sufre y sufrirá, al que llamaron ya un sexenio perdido, y Macario se le fue a la yugular al secretario de Hacienda con sus números y visiones futuristas. Un buen programa, sin duda.
LOS GRITOS
En la escuela, desde chiquillos nos enseñaron que el Grito nació con el Cura Hidalgo, presente lo tengo yo. A través de los años y de la vida de este México lindo y qué herido, donde no dejan de aparecer tragedias y el coronavirus nos tiene pegados a la pared, entre las cuerdas, porque la muerte cabalga sobre este país que celebra su Independencia, y todo aquello que, si los Padres de la Patria revivieran, se morirían de saber y ver cómo tenemos a este país, y quizá algunos dijeran: estábamos mejor cuando estábamos peor, o sea, con los gachupines, que al menos nos cuidaban. Presidentes van y presidentes vienen y los gritos se celebran en todos lados, desde el encumbrado de Palacio Nacional, hoy asolado y sitiado, hasta los gobernadores en sus estados y los alcaldes pueblerinos, no importa el tamaño de su pueblo, todos llegan a loar a los Héroes de la Patria, como la taquería que anoche mismo en la televisión sacaron un poster panorámico donde vendían tacos como los Niños Héroes, y a sus empleados los pusieron con las gorritas de aquellos jóvenes que se fajaron contra los gringos, en pelea desigual. En el Viaducto mexicano y con el lema ‘Lánzate por unos tacos’, el anuncio creó polémica, pero me imagino que la taquería habrá vendido como nunca, y mi general secretario no habrá hecho feo. Hoy, este grito mexicano en tiempo de pandemia, es inédito, desde hace unos días (las versiones son por seguridad al presidente y otras porque los revoltosos no tomen la plancha del Zócalo y tengan que expulsarlos), el Ejercito tomó hasta la Catedral y, para oír misa, los padres curas pegaron el grito en el cielo, no el grito de Independencia. Será noche desolado, sin alcohol en los lugares públicos, con pocas familias reuniéndose, eso sí, con cubre bocas y cuidando la sana distancia. Pues mientras, qué Viva México.
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