*De 2 a 3 fugas se atienden por semana en la zona
Orizaba, Ver.- El comandante Manuela Jiménez Cadena, de la Estación 119 de Bomberos de Orizaba, advirtió que la mayoría de las explosiones e incendios relacionados con tanques de gas no son responsabilidad de las gaseras, sino consecuencia del mal manejo y descuido por parte de los usuarios.
En entrevista y cuestionado sobre la reciente explosión en la comunidad de Excola, Coscomatepec, donde una menor de un año perdió la vida y seis personas resultaron heridas, el comandante explicó que estos incidentes suelen ocurrir por fugas derivadas de instalaciones inadecuadas o falta de mantenimiento en los tanques.
Señaló que, aunque los tanques pueden deteriorarse por el movimiento molecular del gas o la exposición a la intemperie, muchas veces el problema surge porque los usuarios no los cuidan adecuadamente. “La gente piensa que como el tanque es prestado por la gasera, no es su responsabilidad, pero el maltrato acelera su desgaste”, mencionó.
Añadió que, en ocasiones, las empresas entregan tanques viejos o en mal estado, pero incluso cuando están en buenas condiciones, los accidentes ocurren por malas prácticas: “Amarran perros a las tuberías, colocan jaulas encima o usan mangueras en lugar de tubos de cobre, lo que genera fugas”.
El bombero detalló que muchos incendios atendidos han sido provocados por conexiones improvisadas. “Hemos visto casos donde el tanque está impecable, pero la fuga se da por una manguera roída por un perro o mal ajustada con abrazaderas. Cuando alguien enciende un cerillo o la estufa, el gas acumulado explota”.
Recomendó evitar llenar los tanques al 100 por ciento de su capacidad, especialmente si están expuestos al sol, ya que el calor expande el gas y puede provocar fugas. “Lo ideal es cargarlos al 80 por ciento y mantenerlos en un lugar ventilado”, explicó.
De igual forma detalló que en lo que va del año, la Estación 119 ha atendido al menos dos o tres fugas de gas por semana y alrededor de 10 incendios en viviendas, por lo que hizo llamado a revisar las instalaciones y evitar prácticas riesgosas como amarrar animales cerca de los tanques o almacenar objetos pesados sobre ellos. “La gente siempre culpa a las gaseras, pero en nuestra experiencia, la mayoría de las tragedias se podrían evitar con precaución”, concluyó.