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Malaui, un pueblo que lucha

Malaui es un pequeño país de la costa este africana, sin salida al mar, vecino de Tanzania, Zambia y Mozambique. Fue poblado desde el siglo X por las tribus bantúes y estuvo bajo dominación portuguesa hasta el siglo XVII, siendo un punto clave para el comercio de esclavos. Se calcula que unos 20 mil nativos fueron víctimas de este tráfico inhumano. Las rivalidades entre los intereses portugueses y los británicos terminan hasta1893, cuando se funda el Protectorado Británico de África Central.

Desde ese año hasta 1962, los malauíes mantuvieron una permanente lucha por su independencia, hasta que, bajo el liderazgo del médico Hastings Kamuzu Banda y tras haber sido encarcelado por sus actividades políticas, al frente de Partido del Congreso de Malaui logró que el gobierno británico concediera el estatus de autogobierno. Finalmente, en l964 logró su independencia y dos años después adoptó una Constitución Republicana.

Al obtener su independencia, el país se convirtió en un estado de un solo partido, dirigido por el mismo Banda, su primer presidente. Pero, lo que suele suceder, dominado por su ambición de poder, el líder Banda modificó la Constitución y se declaró presidente vitalicio en 1971. Con el apoyo de fuerzas paramilitares mantuvo el control autoritario hasta que en 1993 los malauíes, en un referéndum, lo derrocaron y expulsaron. En 1995 el Parlamento promulgó una nueva Constitución, eliminó los poderes reservados para el partido único y estableció la Democracia multipartidista con tres poderes: el Ejecutivo, con claras delimitaciones al presidente, el Legislativo y el Judicial, este, independiente de los dos anteriores, y optó por la liberalización de su economía y su política.

El 21 de mayo de 2019 se celebraron elecciones presidenciales, parlamentarias y locales. La jornada electoral registró una participación del 74,43%. El Presidente de las elecciones generales obtuvo una cerrada victoria electoral y fue reelegido. La Comisión Electoral de Malaui declaró la victoria del partido Democratic Progressive Party (DPP) y a su dirigente, Peter Mutharika, como presidente (38,57% de los votos). Sin embargo, los líderes de los dos partidos de oposición, Lazarus Chakwera y Saulos Chilima lograron que el 3 de febrero de 2020 el Tribunal Constitucional anulara el resultado por irregularidades y fraude generalizado y obligó a la Comisión Electoral de Malaui a convocar a nuevos comicios. El 23 de junio de 2020 se realizaron las elecciones y, sin más conflictos, ahora el triunfador fue Lazarus Chakwera, del opositor Malaui Congress Party (MCP). La elección también fue impugnada por la oposición en 2021, pero el Tribunal Constitucional la desestimó.

Malaui vio recortado el 40 % de sus ingresos debido a la suspensión de apoyos de parte del FMI, el BM y el BAFD por un escándalo de corrupción acaecido en 2014. Por ello, la joven república tiene que enfrentar severos problemas que la mantienen en estado de emergencia, aunados a la inseguridad alimentaria por sequías, inundaciones, crisis energética, acelerado crecimiento de la población y el impacto de la pandemia del Covid-19. Actualmente, el gobierno malauí busca atraer más inversiones y la reanudación de los apoyos del FM, el BM y el BAFD para restablecer su economía y frenar la corrupción que flagela al país.

Veamos ahora otros datos: Este pequeño país africano, cuya capital es Lilongüe y su idioma oficial el inglés, tiene 21 millones de habitantes (México 126.7 millones), de los cuales el 43 % tiene menos de 14 años. Su esperanza de vida es de las más bajas del mundo: un poco más de 60 años. Las religiones predominantes son el cristianismo (72 %), el Islamismo (15 %) y el Animismo (12 %). Su magro ingreso per cápita es de 655 euros, lo que lo ubica en el sitio 181 de 196 países, con una calidad de vida de las más bajas del mundo, pues el 61.7 % es «pobre multidimensional». Su intensidad de pobreza es del 54.6 %, lo que significa que los pobres padecen, en promedio, más de la mitad de las privaciones ponderadas. Tiene un riesgo de pobreza del 50.7 % (2019), lo que lo ubica en el lugar 153 de 169, según el índice de desarrollo humano de la ONU. Entre 2019 y 2023, la proporción de personas que viven con menos de 2.15 dólares diarios subió del 70.1 al 72 %. Este joven país ocupa el sitio 4 entre los más pobres del mundo. (https://datosmacro.expansion.com, y https://www.mppn.org/es/malawi-multidimensional-poverty-index-report).

La bandera de Malaui tiene tres colores: negro, rojo y verde, y un sol rojo en el centro. El color negro representa al pueblo africano; el rojo, la sangre de los mártires de la libertad de África; el verde, la naturaleza de Malaui y el sol representa el amanecer de la libertad y esperanza para África.

Malaui es una joven república, un pequeño país, pobre, luchador y demócrata, sin partido hegemónico ni gobierno dictatorial, con tres poderes independientes y con una sola idea: salir adelante. Para ello, apuesta a la educación…

grdgg@live.com.mx

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