Orizaba, Ver.- En el marco de la Pasion y muerte de Jesucristo que conmemora también el dolor de su madre, la Virgen María, el obispo Francisco Eduardo Cervantes Merino dirigió un mensaje de consuelo y esperanza a las madres que atraviesan situaciones de sufrimiento, en especial a las “madres buscadoras”, quienes recorren caminos incansables en la localización de sus hijos desaparecidos.

En entrevista, el prelado destacó el papel de María como compañera en el dolor humano, recordando el pasaje bíblico en el que Simeón le advierte que “una espada atravesará su alma” (Lc 2,35). “María acompaña a la Iglesia, a la familia de Dios, en los momentos más difíciles: la enfermedad, el sufrimiento y la muerte”, afirmó.

Haciendo referencia al Viacrucis, el obispo subrayó que este no es solo un recuerdo histórico, sino una invitación a orar y reconocer que “Jesús camina con nosotros, y en ese camino está María, nuestra madre, entregada a nosotros desde la cruz”.

Reiteró que la Virgen, venerada por los católicos, está especialmente cerca de las madres que sufren, no solo de aquellas que buscan a sus hijos en “terrenos baldíos”, sino también de quienes padecen por el distanciamiento, el abandono o la violencia hacia sus hijos.

De igual forma planteó la necesidad de un proyecto educativo basado en la fe y los valores, que promueva el respeto a la mujer y reduzca las situaciones que generan sufrimiento. “El reto es construir una humanidad que dignifique, para que cada vez sean menos las madres que busquen entre escombros lo que queda de sus hijos”, expresó.

Finalmente, invitó a los fieles a mirar a María como modelo de fortaleza y a trabajar, desde la catequesis y la comunidad, por una sociedad donde “el amor y la justicia prevalezcan”.