- Buen día apreciado lector: Impresionante sin duda y de proyección mundial el mensaje del padre capuchino y doctor en Teología Raniero Cantalamessa, durante la misa del pasado viernes santo,presidida por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro.
En referencia al virus de la China, precisó que la Biblia dice “¡Dios es aliado nuestro, no del virus! «Tengo proyectos de paz, no de aflicción», (Jer 29,11).
Aseguró que la pandemia del Coronavirus nos ha despertado bruscamente del peligro mayor que siempre han corrido los individuos y la humanidad: el del delirio de omnipotencia.
“Ha bastado el más pequeño y deforme elemento de la naturaleza, un virus, para recordarnos que somos mortales, que la potencia militar y la tecnología no bastan para salvarnos. «El hombre en la prosperidad no comprende —diceun salmo de la Biblia—, es como los animales que perecen» (Sal 49,21). ¡Qué verdad es!
“El otro fruto positivo de la presentecrisis sanitaria esel sentimiento desolidaridad. ¿Cuándo, en la memoria humana, los pueblos de todas las naciones se sintieron tan unidos, tan iguales,tan poco litigiosos,como en este momentode dolor?
“Nos hemos olvidado de los muros a construir. El virus no conoce fronteras.En un instante ha derribado todas lasbarreras y lasdistinciones: de raza, de religión, de censo, de poder.
“Digamos basta a la trágica carrera de armamentos. Gritadlo con todas vuestras fuerzas, jóvenes, porque es sobre todo vuestro destino lo que está en juego.
“Destinemos los ilimitados recursos empleados para las armaspara los fines cuya necesidady urgencia vemos en estas situaciones: la salud, la higiene, la alimentación, la lucha contra la pobreza, el cuidado de lo creado. Dejemos a la generación que venga un mundo más pobre de cosasy de dinero, si es necesario,pero más rico en humanidad.
Finalmente, entre lo más destacado de su homilía precisó: “Después de tres días resucitaré”, predijo Jesús (cf. Mt 9, 31). Nosotros también, después de estos días que esperamos sean cortos, nos levantaremos y saldremos de las tumbas de nuestros hogares. No para volver a la vida anterior como Lázaro, sino a una vida nueva, como Jesús. Una vida más fraterna, más humana. ¡Más cristiana!”, enfatizó. Vale la pena leerlo completo. Búsqueloen las redes y no olvide cuidar el agua y sembrar árboles.