Luego de darse a conocer que Ernestina Sodi, hermana de Thalía y madre de Camila Sodi, había atropellado a un repartidor de comida mientras conducía en presunto estado de ebriedad, es la persona afectada quien rompió el silencio y dio más detalles del incidente.
En entrevista para el programa “De Primera Mano”, el señor que lleva por nombre Alberto Guzmán aseguró que pudo notar el mal estado en que se encontraba Ernestina cuando ella bajó de su camioneta y se acercó para ver cómo se encontraba tras el impacto.
“La señora creo que venía en otro mundo, totalmente, no estaba conectada con la realidad… no me agredió, no me gritó, venía muy en su mundo… no venía en sus cinco sentidos”, contó Guzmán.
Posteriormente, el motociclista explicó que el seguro de Ernestina se arregló con los policías que estaban presentes, así como con Camila Sodi, quien llegó al lugar de los hechos y tomó la responsabilidad del caso.
“Camila se acerca conmigo con una serie de policías y me comienzan a decir: ‘mira, nosotros te vamos a pagar todo… todo va a quedar liquidado’”, relató.
Y agregó: “El chofer de la familia Sodi me dijo que se harían cargo de todos los daños, argumentando que yo tenía que dar ciertos argumentos para que ellos pudieran liquidarme la motocicleta y hacerse cargo… que yo dijera que no tenía contacto con ellos… que la falta de atención fue por parte mía”.
No obstante, ya pasaron 10 días del suceso y no ha recibido ni dinero, ni apoyo, ni nada. “Me han marcado de diferentes números, no tengo como llamarlos. Sobre el documento, me dieron los 5 mil pesos con la promesa que se harían cargo de los demás gastos médicos y todo lo que pueda surgir”.
Finalmente, el repartidor mostró papeles sobre su valoración médica, donde se informa que tiene daños en pulmones, costillas y piernas, motivo que le impide reincorporarse a su trabajo, sumándole a esto que la motocicleta fue declarada como pérdida total.
“Mi intención no es sacar ningún beneficio adicional, soy el afectado y lo único que quiero es recuperar mis cosas, mis gastos. Mi motocicleta está valorada en 27 mil pesos, y los quiero tener porque es mi herramienta de trabajo”. sentenció.