La artista mexicana Nahui Olín es una figura emblemática del México posrevolucionario. Militante feminista, destaca principalmente por sus ideas revolucionarias y su comportamiento provocativo, al lado de otros artistas y militantes como José Vasconcelos, Frida Kahlo, Tina Modotti, David Alfaro Siqueiros o el doctor Atl. Hasta posó desnuda para el fotógrafo Edward Weston.
Su nombre verdadero era María del Carmen Mondragón Valseca, y era la quinta hija de Manuel Mondragón, uno de los mejores generales porfiristas que hizo lo posible para modernizar el armamento y hasta logró impedir con cierto éxito la progresión de los ejércitos revolucionarios. Al lado del general Huerta, Mondragón se rebeló contra Madero.
Carmen Mondragón nació en Tacubaya, el 8 de julio de 1893, en una familia acomodada. Desde su infancia, benefició de una excelente educación, entre un padre autoritario y una madre culta. El traslado de la familia en Francia, en 1897, donde vivió ocho años, le permitió ampliar su formación artística, entre la danza clásica, el teatro, la pintura y la literatura.
En 1905, la familia Mondragón regresó a México, donde unos años después, en 1913, Carmen se casó con el cadete Manuel Rodríguez Lozano. El triunfo de los revolucionarios obligó a la familia Mondragón a emigrar, nuevamente a Francia, donde Carmen tuvo la oportunidad de relacionarse con numerosos artistas, entre ellos Diego Rivera, Georges Braque, Henri Matisse o Pablo Picasso. Ella y su esposo regresaron a México en 1921, cuando Carmen se enamoró del pintor Gerardo Murillo, el famoso Dr Atl, con quien vivió cinco años. Cambió su nombre por el de Nahui Olin, en referencia al signo movimiento del calendario mexica. Empieza entonces su periodo de mayor productividad artística, pero sin técnica académica, mientras militaba en la Unión Revolucionaria de los obreros, técnicos, pintores, escultores y artistas. Después de romper con Murillo, tuvo una breve relación con el caricaturista Matías Santoyo, pero paulatinamente, su fama disminuía.
Fue una buena pintora, pero sobre todo una de las mujeres creadoras más importantes de la primera mitad del siglo XX en México. Aunque no participó en la Revolución, ya que sus lazos familiares la mantuvieron del lado opuesto, rompió con los moldes y los discursos sociales vigentes en su época. Se caracterizó por su conducta libre, revolucionaria, y su carácter intransigente, como su padre. Nahui Ollin era una perfecta representante de las nuevas élites mexicanas, heredera de una educación porfirista y del movimiento revolucionario.
Paso los últimos años de su vida trabajando como profesora de pintura en una escuela primaria. Murió casi olvidada, el 23 de enero de 1978, en la casa familiar de Tacubaya donde había nacido.