*Líbano y la explosión en Pemex
*Niños y COBID: Semáforo Rojo
*”Alternativa” para el tianguis
Notoria irresponsabilidad que vuelve a referir un sistema educativo nacional que carece, no sólo de sensibilidad, sino también de “sentido común”, es lo que indican los apuntes difundidos en las últimas horas, en los que se apunta que son incontables los alumnos que no han recibido sus libros de texto, correspondientes a los cursos de primaria del sector oficial, lo que obviamente complicará a los infantes el recibir clases por radio, televisión o internet, sin disponer de lo más elemental, como lo son los libros correspondientes a cada materia.
Lo más sorprendente del tema es el escuchar a directivos escolares, referir que con los libros o sin ellos, las clases se iniciarán, como dando a entender que los textos en referencia, no son determinantes para que un alumno de primaria logre en realidad entender las exposiciones, sin tener a la mano la guía fundamental de cada una de las materias, lo que incluso deja sin oportunidad a los padres de familia, para apoyar a sus hijos en la búsqueda de un mejor aprendizaje.
Si bien es verdad que los maestros, no son culpables del panorama pandémico que origina dictar clases a larga distancia, mucho menos responsable lo son los alumnos, o los padres de familia, muchos de los cuales incluso se ausentan del hogar para buscar el sustento diario, por lo que tendrán que dejar a sus hijos solos o vigilados por un vecino (si es que lo tienen) para que los chamacos puedan estar atentos al radio, la televisión o el Internet y recibir a distancia las enseñanzas respectivas.
¿Y si los niños no tienen conocimiento para activar un radio u operar un equipo de cómputo o televisión y, a más de ello no tienen los libros de texto?… Qué podrían hacer para regularizarse y ponerse al día en las respectivas materias en cuestión.
El tema en referencia obliga a que en los ámbitos centrales del sistema educación, se diseñen con especial tacto los pasos a seguir en el muy peculiar ciclo escolar que está por iniciarse, donde la creatividad para alcanzar la mayor efectividad posible, no se debe de esperar que provenga de los pequeños alumnos o los angustiados padres, sino que debe tener su obligado origen, precisamente en el sector magisterial y, más arriba, en los ámbitos gubernamentales de ése mismo sector.
No se trata de hablar y hablar (como merolicos) frente a las cámaras que transmitirán los cursos, sino se trata de dimensionar el inicio de una práctica realmente compleja, en las que los receptores: Guadalupe, Juan ,Pedro, Inés, Esmeralda, Ricardo y millones más, todos ellos transitando en su muy temprana edad, jamás han recibido clases por vía de sistemas de comunicación, donde las mayores complejidades se registrarán en quienes recibirán dichas exposiciones sólo por voz, al no disponer de señales de Internet o de Televisión, escenario de elevado reto que los maestros deberán dimensionar con toda precisión, sistemas sobre los cuales muchos, miles integrantes del magisterio tampoco tienen experiencia, lo que mayormente obliga a que en inicio, debe privar identidad debe en el maestro, sobre las limitantes a las que se habrán de enfrentar “sus alumnos”.
Desastroso resultaría para el país si, en principio y como prioridad, los maestros no reciben cursos de inducción especiales, permanentes y sólidamente diseñados, que les amplíen el panorama “de la nueva normalidad educativa”, en la que el reto, es precisamente cautivar con imágenes o sin ellas a quienes constituyen el “real tesoro” de éste, nuestro maltratado país, que no es ni de sombra el que nosotros recibimos en nuestra niñez… Ni de más, ni de menos.
Lo que se lee
Que efectivamente “la explosión” en Líbano ha originado la renuncia de números funcionarios públicos, tanto nacionales como locales en el país de referencia, ello primordialmente por los muertos registrados en torno a la terrible explosión, así como sus mortales efectos extendidos hacia todos sus entornos…
Pero en México, no se sabe de ningún funcionario gubernamental o de la propia paraestatal identificada como Petróleos Mexicanos, que fuera requerido por la Cuarta Transformación, para responder por los yerros que existieron en torno al manejo de la situación en una “toma huachicolera”, que derivaron en una explosión en los ámbitos de Petróleos Mexicanos, con resultados fatales nunca antes registrados en la historia de nuestro país… ¿Lo recuerdan?
Lo que se ve
Queda en claro por las propias cifras registradas por las autoridades de salud, que los menores de edad si son agredidos por el coronavirus de manera letal, tanto así que en tierras veracruzanas se prendió “semáforo en rojo”, al registrarse en diversas regiones de la Entidad el ya creciente número de fallecimientos de infantes, cuyas causas fueron acreditadas precisamente al COBID-19.
El tema que por las incidencias acrecienta la preocupación tanto en ámbitos de la administración pública veracruzana, como entre la sociedad en lo general, reclama que en el sector salud de tierras jarochas y de todo el país, se redoblen las medidas de protección para evitar (por todas las vías y en todos los escenarios) que se incremente el número de infantes contaminados por el agresivo coronavirus, cuyos efectos se han convertido en notoriamente letales.
Pero a más de ello, se hace urgentemente necesario reducir los eventos mortales incrementando la eficacia en centros hospitalarios del sector público, dado que privan opiniones en los mismos ámbitos de galenos, que no sólo la falta de equipos y medicamentos originan el incremento de fallecimientos en instituciones médicas del sector gubernamental, sino que el personal no ha recibido la capacitación necesaria para atender apropiadamente a los pacientes… Existen incluso videos de especialistas en donde se efectúan referencias en dicho sentido y, no para criticar, sino para reorientar y corregir.
Lo que se oye
Claro e indiscutible debería de ser, que ante el flagelo económico originado por los escenarios pandémicos de que son objeto los tianguistas, las autoridades buscaran (como lo es su obligación) alternativas para apoyar al referido sector, porque, si hemos aplicado políticas para abrir espacios comerciales, fundamentados en la urgencia de reactivar la economía, por qué no pensar también en la sobrevivencia de la economía, de los que viven de un comercio con menor perfil financiero, pero del que dependen miles de personas.
Entendemos que el tema es complejo y que, “lo mejor” es cerrar, pero se rompe con la equidad que refiere la constitución cuando unos siguen cerrados y otros ya se encuentran con puertas abiertas, reducidas y bajo control “pero abiertas”.
Lo apropiado sería destinar un subsidio emergente a los comerciantes de los tianguis, pero pocos recursos existen en las arcas municipales y estatales, luego entonces… Qué tal si conforme a un croquis determinado, un cierto número de expendios previamente seleccionados y con distancias apropiadas, abrieran los miércoles… Otro tanto lo efectuara los viernes… Y un tercer grupo se convirtiera en tianguis dominical.
La sugerencia podría resultar una alternativa, con la clara idea de no desamparar a quienes tienen como sustento los ámbitos del tianguis, agregando a ello que todo se ejecutaría bajo la supervisión de las autoridades… Ahí la dejamos.