OPLE investiga a Hugo Chahín y Juan Manuel Diez por presuntas anomalías electorales
Orizaba, Ver.- El candidato del PRI a la presidencia municipal, Hugo Chahín, y el alcalde Juan Manuel Diez, figura clave en su campaña, enfrentan una investigación formal del Organismo Público Local Electoral (OPLE) por al menos cinco quejas por presuntas violaciones a la normativa electoral.
Lejos de ser denuncias menores, los señalamientos admitidos por el OPLE implican posibles delitos que atentan contra los principios de equidad, legalidad e imparcialidad del proceso democrático.
Desde el uso indebido del programa social “Defensores de Orizaba” como propaganda encubierta, hasta presiones laborales a empleados municipales y retiro selectivo de propaganda de partidos opositores, las acusaciones pintan un panorama preocupante.
El caso más escandaloso es el de la supuesta coacción laboral. Se documentan amenazas a trabajadores del Ayuntamiento para obligarlos a colaborar con la campaña priista, bajo advertencia de despidos o pérdida de prestaciones.
De confirmarse, se revelaría un uso descarado de recursos públicos y de la estructura gubernamental para fines partidistas.
La colocación de propaganda en zonas prohibidas, específicamente en el Centro Histórico, un espacio protegido por su valor patrimonial, y el uso de la marca de un programa social con fines políticos no solo violan normativas locales, sino que evidencian un desprecio por las reglas del juego democrático.
A pesar de que el Código Electoral del Estado de Veracruz establece plazos claros para la admisión y resolución de quejas, el OPLE ha mantenido bajo reserva las investigaciones por más de 15 días.
La falta de resoluciones oficiales alimenta la sospecha y exige un actuar más expedito y transparente por parte de las autoridades electorales.
Mientras tanto, en redes sociales ha circulado una supuesta denuncia contra el candidato de Morena, aunque sin sustento documental ni pruebas verificables. Todo indica que podría tratarse de una estrategia de desinformación para desviar la atención pública y generar confusión entre el electorado.
La ciudadanía orizabeña merece elecciones limpias, equitativas y libres de manipulación. De lo contrario, se corre el riesgo de normalizar prácticas autoritarias que erosionan la confianza en las instituciones y despojan al voto de su verdadero valor.