Orizaba, Ver. – Con motivo de la festividad de San Miguel Arcángel, patrono de la ciudad, el obispo de Orizaba realizó un llamado a la reflexión sobre la profundidad de la fe católica en la comunidad.
Entrevistado durante un recorrido que realizó para observar los trabajos de los artesanos de Huamantla, encargados de realizar los tapetes al santo patrono, el prelado destacó la importancia de esta celebración en el contexto del Año Jubilar de la diócesis y la presencia de las reliquias de San Rafael Guízar en la Catedral. “San Rafael Guízar es un ejemplo de evangelización y un estímulo para nosotros en nuestro caminar espiritual”.
Reconoció que los recientes hechos sangrientos en la región, entre ellos el parricidio y el asesinato de una menor como parte de la descomposición social ha generado preocupación entre la comunidad religiosa. “Nos causa dolor ver cómo muchas veces no hemos tocado el corazón de las personas con el mensaje del Evangelio. Falta una fe más profunda y arraigada que transforme nuestra vida y nuestras relaciones”, expresó.
El obispo atribuyó esta situación a diversas causas, entre ellas la falta de educación en valores y la presencia de un espíritu que divide y separa a las personas de Dios, no obstante, se mostró optimista y afirmó que la figura de San Miguel Arcángel, como vencedor del mal, nos inspira a seguir luchando por una sociedad más justa y fraterna.
De igual forma hizo un llamado a los fieles a fortalecer su fe y a ser agentes de cambio en sus comunidades. “Necesitamos una fe que se traduzca en acciones concretas, en el respeto a la vida y en la construcción de relaciones más sanas y positivas”, enfatizó.
La celebración de San Miguel Arcángel en Orizaba se ha convertido en una tradición arraigada que reúne a miles de fieles cada año, este año, la festividad adquiere un significado especial en el contexto del Año Jubilar y en medio de las reflexiones sobre el estado actual de la sociedad.