Orizaba, Ver.- Durante la temporada decembrina, el uso de pirotecnia no sólo representa un riesgo por los accidentes que puede ocasionar, sino que genera un profundo impacto en la salud emocional de niñas y niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), al provocarles elevados niveles de ansiedad y estrés, e incluso desencadenar crisis severas.
Ante este escenario, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Sur exhortó a la población a limitar o evitar el uso de artefactos pirotécnicos, como una medida de empatía y responsabilidad social hacia quienes viven con esta condición.
La psicóloga del IMSS, la doctora Lila Paola Úbeda Sierra, explicó que las personas con TEA suelen presentar hiperacusia, una hipersensibilidad auditiva que hace que los sonidos fuertes, como las explosiones de los cohetes, sean percibidos de manera intensificada y abrumadora.
“Las niñas y los niños dentro del espectro autista tienen un funcionamiento cerebral distinto, lo que los vuelve especialmente sensibles a los estímulos sonoros. Los estruendos y, en algunos casos, los destellos de luz pueden provocarles un alto nivel de ansiedad y estrés”, señaló la especialista.
Detalló que estas reacciones pueden derivar en crisis caracterizadas por episodios de tensión extrema, llanto inconsolable, gritos o la necesidad de cubrirse los oídos para protegerse del sobreestímulo. De acuerdo con estadísticas médicas, cerca del 80 por ciento de las personas con autismo desarrollan hiperacusia.
La doctora Úbeda Sierra subrayó la importancia de generar conciencia colectiva sobre las consecuencias del uso de pirotecnia, no sólo por los daños ambientales y físicos, sino por el impacto directo que tiene en la salud mental de niñas y niños con TEA, así como en personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y algunos adultos mayores.
Finalmente, reiteró el llamado a actuar con sensibilidad y respeto, privilegiando celebraciones responsables que no vulneren el bienestar de los sectores más sensibles de la población.
