Tan temprano como 1618, el pequeño asentamiento de Córdoba se ve otorgado el rango de Villa, con los privilegios aferentes, por el Virrey Don Diego Fernández de Córdoba y López de las Roelas Benavides y Melgarejo, primer marqués de Guadalcázar. La nueva Villa queda implantada en la loma del Huilango. La ciudad vecina de Orizaba sólo tendrá este privilegio en 1789.
¿Por qué Córdoba?
El Virrey escogió Córdoba por estar lo suficientemente alejado de la costa, al limite de la tierra caliente, en un valle muy fértil. Además, esta ciudad controlaba el camino que une Veracruz y México, lo que le da una importancia vital para el comercio y las comunicaciones.
El rango de Villa implica primero una independencia administrativa, con un cabildo cuyos miembros fundadores (los 30 caballeros) tienen el título de hijosdalgo, lo que les confiere un estatus privilegiado en la colonia. La ciudad beneficia consecutivamente de importantes tierras de cabildo, lo que facilita la implantación y la extension de haciendas azucareras. La producción de azúcar es especialmente importante en esta región, desde el principio de la colonia. Esta actividad implica la presencia de una mano de obra importante, compuesta principalmente por esclavos africanos traídos por esclavistas holandeses, franceses e ingleses.
Diego Fernández de Córdoba nació en Sevilla en 1578.En 1598, a la edad de 20 años, recorrió Centroeuropa como Embajador para traer a España a Margarita de Austria, hija del archiduque Carlos II de Austria, y casada por poderes con el Rey Felipe III. Para agradecerle, Felipe III lo nombró en 1612 Virrey de la Nueva España donde se quedo hasta 1621, para después ejercer la misma función en Perú de 1622 hasta 1629. Regresó en España donde falleció en 1630, dejando un hijo y dos hijas.
Entre sus numerosas actividades en México sobresale la terminación del acueducto de Chapultepec para el abastecimiento en agua potable de la capital, lo que le vale el apodo de Buen Virrey. También contribuyó a la represión de varias rebeliones indígenas, principalmente en el noroeste de la Nueva España. Estaba preocupado por la inseguridad en el camino de México a Veracruz, debido al bandidismo recurrente en la región de Córdoba, por parte de pandillas de cimarrones y esclavos fugitivos.
Para ilustrar el reconocimiento de los habitantes de la nueva Villa y de la gente en Nueva España basta mencionar que el sacerdote y organista Gaspar Fernandes, maestro de capilla de la catedral de Guatemala, a quien se debe la preservación de numerosas Misas, le dedicó unas piezas musicales. Mandado a Puebla de los Ángeles, le fue comisionada la composición de la música para recibimiento de funcionarios y festividades diversas. El compositor escribió varias piezas de carácter profano en Octubre de 1612, en ocasión de la llegada a Puebla de don Diego Fernández de Córdoba, que se tocaron para la fundación de la Nueva Villa.