Vacuo palabrerío, datos equivocados, arengas lapidarias, acusaciones a otros por errores propios, minimización de crisis sanitarias, frases ‘libertarias’, abuso en la invocación de los pobres y los indígenas, ocultamiento de información. Todo ello fue lo que caracterizó la comparecencia del secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, este miércoles en el Congreso local.
Si no atiborró el Palacio Legislativo con porras electorales como lo hizo un día antes Zenyazen Escobar, titular de la SEV, a quien solo le faltó decir a qué puesto de elección popular quiere ir en 2021, si a la alcaldía de su pueblo o la diputación federal, Ramos Alor sí trajo (con gastos pagados por supuesto) a representantes de grupos indígenas del sur de Veracruz, quienes por cierto tuvieron poco éxito con la limpia que le hicieron antes de ingresar al salón en que demostró su muy poca valía.
Y es que el médico morenista quiso zafarse hasta de su enorme responsabilidad en la epidemia de dengue, que asoló como nunca a los veracruzanos. Para abrir boca, responsabilizó a los veracruzanos de la epidemia: no cuidaron que los cacharros que acumulan en sus patios estuvieran libres de agua.
Esta causa es la misma que se presenta año con año; la diferencia es que en años anteriores las autoridades de salud y los ayuntamientos trabajaban en común para ir a las casas a limpiar de cacharros, a llenar camiones de volteo con llantas inservibles donde podría proliferar e mosquito, y fumigaban. Hoy, el pueblo bueno no contó con apoyo alguno y se convirtió en un pueblo irresponsable.
Pese a la evidencia de los datos, proveídos por Salud federal, el funcionario regordete le halló hilo político tanto a declaraciones como a comentarios periodísticos y al estilo AMLO injurió: “Gente que quiere o pretende descalificar este gobierno hicieron todo un circo para denostar y demostrar incapacidad, ahí están los datos”.
Evasivo, Ramos no ofreció datos, acusó mala fe de quienes cuestionaron su actuación (no la del gobierno). Incluso fue torpe y engañoso en sus respuestas para con los diputados de Morena. Por eso, una diputada panista mejor le pidió que renunciara por su incompetencia.
Para todo mundo fue claro que la 4T había despedido a todos los trabajadores del área de Vectores, responsables del trabajo contra el dengue, pero el regordete titular de Salud dijo que esa área estaba desmantelada. ¿Por qué no la recompuso a tiempo?
Fue en ese momento cuando insistió que el problema se disparó, no por la falta de insecticidas o acciones del gobierno, “es un asunto de cultura, es un asunto de hábitos de nuestra población en el que sus patios están con trebejos que hacen un caldo de cultivo para la proliferación del dengue”.
Dijo más cosas, pero la verdad solo para salir al paso. Ni siquiera envió el texto de su comparecencia a tiempo, con lo que mostró su nulo respeto por el Poder Legislativo, y ni siquiera leyó un texto ordenado sino que improvisó, como si quisiera hartar a los diputados con disparates, anécdotas pusilánimes y torpes peroratas para terminar con esa tortura a que le obliga la ley.
De hecho, coincidieron los diputados presentes, incluso de Morena, que este tipo debe presentar lo más pronto posible su renuncia. Si Cuitláhuac García no nota el enorme daño que le hace a su gobierno y no lo despide de inmediato, al menos el seguidor de AMLO en sus caravanas debería tomar una decisión en ese sentido para no perjudicar más el proyecto político de la Cuarta Transformación. Ya hemos visto que la salud de los veracruzanos le interesa un pito.
La impunidad impulsa la violencia criminal en México
Si los delitos no se castigan, más personas verán en ellos la mejor y más segura manera de ganar dinero o deshacerse de enemigos. En México, la impunidad es verdaderamente escandalosa y llama la atención que, además de no generar estrategias adecuadas para prevenir los delitos, por ningún sitio se ve un fortalecimiento de las instituciones de impartición de justicia.
Según la organización Impunidad Cero, en 2018 la impunidad alcanzó 89 por ciento, lo que en palabras llanas significa que solo uno de cada 10 homicidios se resolvió. Si ese es el promedio, alienta que algunas entidades del país rebasaron ese vergonzoso dígito, pero al mismo tiempo significa que otras mostraron una efectividad mucho menor, al grado de solo resolver uno de cada 20 casos.
Ese mismo años se registraron 33 mil 521 víctimas de homicidio doloso, para los cuales solo hubo 3 mil 600 sentencias condenatorias.
Según el estudio presentado esta semana, el estado del paíscon mayor impunidaden homicidio doloso es Morelos (99.6%), seguido de Chiapas (99.0%) y Oaxaca (97.8%), mientras que la entidad con menor impunidad es Yucatán(27.1%), seguida de Aguascalientes (45.5%) y Nuevo León (61.0%).
El homicidio doloso se mantiene como la principal causa de muerte en los jóvenes, en particular de 20 a 24 años.
Durante la presentación, Guillermo Zepeda Lecuona destacó que México es de los países con mayor impunidad en el mundo y que en 2018 siete entidades de la República superaron el 95% de impunidad en este delito, mientras que hace tres años solo tres superaban el 91%.
Irene Tello aseguró que no se trata sólo de la prevención de este delito, sino de atender y dar seguimiento a los casos de homicidio que siguen impunes hasta el día de hoy.
Federico Reyes Heroles puso los puntos sobre las íes: México necesita más profesionales en materia de seguridad y procuración de justicia que conozcan cómo atender el asunto, además de establecer mínimos de inversión en esta materia.
En Londres, no todo lo de Veracruz es Karime
Debo confesar que nunca podré tener esa experiencia, pero quienes acudan a Londres o quienes vivan allá, de Veracruz no solo verán cosas negativas como la corrupta Karime Macías Tubilla viajando en el metro o llevando a sus hijos a onerosos colegios, mientras se dirime legalmente su extradición a México para ser juzgada por el enorme quebranto financiero que provocó en el DIF mientras su esposo era gobernador.
Este miércoles me he enterado, y se los paso al costo, de la incursión de unos locos inversionistas veracruzanos que están copando la capital británica con un color verde en movimiento y la palabra Lime, que tiene su resonancia en las prósperas tierras de la región de Martínez de la Torre, de donde se exporta el mejor limón (en realidad, la mejor lima persa) al mundo, en especial, a Reino Unido.
En efecto, pronto podrá ver como color distintivo el verde de las casi 15 mil bicicletas eléctricas Lime, propiedad de una empresa de veracruzanos que están ayudando a movilizar a miles y abatir la contaminación. Y lo que es más interesante, promoviendo el consumo de limones veracruzanos. El negocio de las bicicletas ha significado una gran inversión, al grado de hacer competencia con Barclay’s Bank.
Y es que, en paralelo, los mismos inversionistas tienen prácticamente la exclusividad de exportar a ese país los mejores limones del mundo, los que se producen en la región de Martínez de la Torre, y que se consumen prácticamente en todo Reino Unido.
En efecto, decenas de toneladas de limón persa veracruzano llegan en barco a los puertos ingleses para abastecer las 1,800 sucursales de Sainsbury, la segunda cadena de supermercados más grande del Reino Unido, con una participación de más del 15% en el sector mercantil.
Como puede ver, no todo lo de Veracruz en el exterior es negativo: hoy veracruzanos contribuyen a la movilidad urbana en Londres y abastecen de limón a las ciudades más importantes de Reino Unido.
Ese es el Veracruz que me enorgullece.
Frases sin disfraces
“Un estado está bien gobernado cuando los ciudadanos obedecen a los magistrados, y éstos a las leyes”. Solón
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