*Democracia sin demócratas
*Deforestación para reforestar
*Niños frente a pandemia
Refiere el Gobernador veracruzano Cuitláhuac García Jiménez, que los operativos montados en todo Veracruz, dejarán constancia que habrán de garantizar la seguridad de los veracruzanos, optimismo que es apropiado el que sea practicado por los servidores públicos, pero que, de resultar concretados en los marcos de la realidad, lo primero que obviamente podría preguntarse el pueblo sería:
¿Por qué si se tales acciones se aplican exitosamente, no se dejan operando de manera permanente incluso con la posibilidad de ser reforzadas?
Sí ya disponemos de la planificación “apropiada” para elevar los niveles de seguridad durante una temporada navideña, lo recomendable podría ser que tales acciones en referencia, permanecieran en tierras veracruzanas los 365 días del año, no sólo en etapas de festividades.
En todos los renglones y en toda temporada, la seguridad debe ser prioridad permanente, porque precisamente para ello se crearon (desde sus orígenes) las instancias gubernamentales, que es la obligatoriedad gubernamental de proteger la vida, así como los bienes de quienes conforman la población en lo general.
No existe causa, motivo o razón superior en torno a las responsabilidades de gobernantes, que el brindar bienestar al conglomerado social que representan y gobiernan, lo contrario refiere una irresponsabilidad y quebranto en los niveles de eficiencia al que está obligado quien nos gobierna.
Y tan elevada e invariable, así como insustituible primera responsabilidad, compete precisamente a los Presidentes Municipales, a los Gobernadores y al Presidente de la República, lo que pareciera que con recurrencia, en cierto número de funcionarios público se pretenden evadir, e intentan sembrar la idea que brindar seguridad es una referencia de respuesta a las demandas ciudadanas, cuando en realidad es una primera obligación para quien es depositario del poder gubernamental, mismo que le fue asignado por la mayoría de los electores.
Bueno es e incluso aplaudible, el que el Gobernador de Veracruz anuncie operativos policiacos en marcha que resguardarán a la población de agresiones delincuenciales, sea contra su persona, sus familiares y sus bienes, pero si el prometido escenario resulta positivo y apropiado para brindar mayor tranquilidad a la ciudadanía, entonces dicha acción en materia de seguridad debe dictaminarse por las autoridades como “permanente” simplemente porque los escenarios de eficiente seguridad, constituyen no sólo una demanda ciudadana, sino una obligación en los marcos en los tres niveles de la administración pública: La Municipal, así como la Estatal y Federal.
Lo que se lee
Tristeza y opacidad se registra en el contexto electoral, cuando se advierte que nuestra actividad democrática refiere en las propias instancias partidistas (e incluso gubernamentales) su total desacuerdo con la lectura de los resultados electorales, proceso fundamental para considerarnos como un pueblo democrático con instancias gubernamentales respetuosas del mandato ciudadano, colectivo social que debería ser la única instancia válida para quienes triunfaron en un proceso comicial y, definirse por ésa voz y ordenamiento ciudadano a quienes nos gobiernan y quienes legislan nuestras leyes.
El retorno del reconocimiento del triunfo de una candidata a la alcaldía de la ciudad de Veracruz, que fue objetado por operadores opositores y que, en las últimas horas resultó nuevamente reconocido por autoridades competentes para ello, mismos que los promotores hacia su desconocimiento refieren que será nuevamente impugnado en instancias superiores, nos muestra con claridad la inexistencia de “emoción y pasión” democrática en muchos de los sectores políticos de nuestros municipios, de nuestros estados e incluso en el marco de nuestra nación.
Mientras persistamos en el concepto que “la marrullería electorera” debe tener peso significativo e incluso determinante en los procesos electorales, seguiremos igual que cuando en se manipulaban los comicios en los tiempos porfiristas, en los que sólo un sector cupular se benefició y a los demás hasta los asesinaban “en caliente”.
Lo que se ve
Cierto: Un paso apropiado del actual Gobierno autocalificado como de la Transformación, lo ha sido la aplicación de programas en apoyo de las familias mexicanas, como el relacionado con depósitos de recursos monetarios en favor de la colectividad, dirigidos hacia los mayores, ello refiere indudablemente un rasgo humanista de la actual administración federal, que por lo mismo recibe reconocimientos el Presidente Andrés Manuel López Obrador, pero sería apropiado el evaluar los lados positivos y negativos que otros nuevos programas federales como el de Sembrando Vida, refieren en su aplicación, marcos en los cuales se habla que son muchos los escenarios en los que los beneficiados, se han dedicado al derribo de árboles para que, vía “sembrando vida” se proceda a la reforestación de lo “perversamente deforestado”.
Los escenarios sobre el tema (sobre el cual se registra insistencia) deberían atraer la atención apropiada de las autoridades federales, para establecer las adecuaciones que se consideren pertinentes en el programa Sembrando Vida.
Lo que se oye
Especial e incluso emergente atención se debe prestar a la información sobre las muertes de menores edad, originadas precisamente por los efectos del Covit-19, los datos al respecto refieren una tendencia hacia la alza, por lo que es apropiado que las autoridades actúen de inmediato y de forma eficiente, con la firme idea de reducir tales riesgos y, no sólo reforzar las medidas preventivas, sino también con emergencia diseñar un programa de atención médica específica, mismo que se eficiente y frene los elevados riesgos que sobre dicho sector pudieran presentarse… Especialistas recomiendan actuar de inmediato y no minimizar el riesgo que se afronta.
Tomaremos con la autorización del Director de éste medio informativo, un espacio vacacional navideño, así como de fin e inicio de año, gracias por la gentileza de su atención y feliz Navidad y Año Nuevo.