El enemigo público de la cuatrote, después de Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón Hinojosa dijo una frase sensata cuando reconoció la victoria de Enrique Peña Nieto, candidato presidencial del PRI.
«En la democracia se gana y se pierde por el voto ciudadano. Pero no hay victorias permanentes ni derrotas para siempre», dijo en un momento de lucidez política.
Cae al dedillo la apostilla discursiva de Fecal en la elección municipal que vivimos y protagonizamos el 49.9 por ciento de los 6 millones 118 mil 064 ciudadanos empadronados.
Nos ganó el abstencionismo.
Triunfó la apatía.
Se impuso el hartazgo, apatía, repulsa y rechazo de más de la mitad del universo elector hacia la oferta propuesta de los seis partidos políticos en contienda que no convencieron a la mayoría, pese a que el alcalde, la alcaldesa, son los primeros respondientes de nuestras necesidades colectivas.
Fracasó el principio de máxima publicidad, piedra angular de los organismos electorales que tuvieron 96 impactos en radio y televisión para promocionar candidatos, plataformas partidistas y el llamado al voto ciudadano.
El mes de campaña oficial, comprendido del martes 29 de abril al miércoles 28 de mayo fue un lapso insuficiente para mover la conciencia cívica del veracruzano que de plano, mandó al carajo a partidos políticos, candidatos e instituciones electorales que no lograron convencerlo.
La perla, el objeto de estudio de la postura ciudadana a la selección de abanderados impresentables y hasta delincuentes en las planillas, fue el municipio indígena de Zaragoza, donde Miguel Ángel Grajales Mateos se lanzó como candidato independiente y ganó con 2 mil 702 votos; su cercano competidor del PT sólo obtuvo mil 604 votos.
Este ejercicio de democracia pura y dura, también presenta una fisura que plantea la sospecha. El candidato ganador es hijo del actual presidente municipal, Miguel Ángel Grajales Martínez, quien llegó a la alcaldía abanderado por el partido Fuerza por México y al desaparecer se unió a las filas de Morena, aunque anteriormente ya había ocupado la titularidad, pero bajo las siglas del PRI.
El grillete anti nepotista de Morena que fue abierto con la llave de una candidatura independiente.
Como arengaba el comediante Memo Ríos cuando el público se le aplatanaba a medio show: ¡Aplausos!
Salió más cabrón que bonito el alcalde de Zaragoza, porque su municipio se llevó los titulares informativos, «haiga sido como haiga sido», diría el personaje citado al principio del texto.
En esta repesca a río revuelto que no termina aún porque existen al menos 48 municipios que pudieran entrar al recuento de los votos, si la turba enardecida no quema antes urnas y mamparas, existen otros ganadores circunstanciales en la atípica elección municipal de este domingo 02 de junio.
Bajo la teoría de los vasos comunicantes, los simpatizantes, potenciales electores que pierde un partido o coalición son captados por otros institutos políticos en el curricaneo electoral, luego del abstencionismo se colocan varios ganones de la elección municipal.
El segundo en el listado ─después del abstencionismo─ es el Movimiento Ciudadano que se llevó hasta el cierre de la cortina del Programa de Resultados Electorales (PREP) del Organismo Público Local Electoral de Veracruz la friolera de 572 mil 995 que le alcanzan para gobernar 41 municipios.
Sin estructura ni cuadros sólidos en la ortodoxia partidista, el movimiento naranja apabulló a los partidos opositores tradicionales como el PAN que cosechó 405 mil 306 votos, y al PRI que alcanzó 332 mil 258 sufragios.
Fue tal el descaro del MC en el agandalle de las alcaldías que en el PREP congelado para el registro estadístico del OPLEVER, en el municipio de Nanchital (numeral 205), no solo aparece el nombre de Elvis Ventura Juárez; sino que aparece como el virtual presidente municipal electo con 4 mil 048 votos, por encima de José Alfredo Godoy Nahon del PRI, quien se le acercó con 2 mil 696 sufragios.
El candidato ganador, quien habría renunciado a la candidatura, llamó la atención de la gobernadora Norma Rocío Nahle García, quien el lunes 20 de mayo, dio a conocer que Elvis Ventura Juárez, ya era investigado por la Fiscalía General del Estado (FGE) tras darse a conocer un video en redes sociales, que lo ligaban con presuntos integrantes de grupos delictivos que operan en la región sur de Veracruz.
La postura de la gobernadora se fijó por la circulación de un video en redes sociales donde se observa a un sujeto que presuntamente era jefe de plaza, quien encañonado confiesa que Ventura proveía armas a su organización criminal.
La Fiscalía de Veracruz ya abrió una carpeta de investigación por «noticia criminal» contra Elvis Ventura Juárez.
Ni la FGE lo tocó siquiera con el roce de una investigación durante el lapso de la campaña; ni el OPLE lo borró de la lista que aparece en el PREP.
Minucias procesales y electorales que son botón de muestra que se replicará en otros municipios.
Al tiempo.
Quizá por eso la gobernadora volvió a atizar al árbitro electoral al mostrarse extrañada que el OPLEVER no exigiera la carta de antecedentes no penales a los candidatos.
Y lanzó Nahle la advertencia verbal, guadaña que penderá sobre las testas de quienes incurrieron en acciones u omisiones castigadas por las leyes penales y que deben tomar protesta el 31 de diciembre, en un larguísimo lapso de siete meses:
«No encubrimos a nadie».
Como diría el filósofo de Juárez: «pero que necesidad» de jugársela con personajes de oscuro pasado que serán alcanzados por el largo brazo de la Giadáns en las semanas por transcurrir.
En el tercer escenario de los ganones de esta elección, el Partido del Trabajo, entenado de la cuatrote decidió abandonar la teta magenta e irse a la aventura electoral solo; después de rechazar las 20 candidaturas que le ofreció Morena.
Le fue bien en la feria electoral al conseguir 374 mil 320 que le alcanzan para gobernar 28 municipios, 260 mil 566 votos más que el propio Movimiento de Regeneración Nacional que pizcó en solitario 113 mil 754, que le alcanzarán para gobernar en solitario 11 municipios.
Claro, en esta óptica del vaso medio lleno o medio vacío que citó la gobernadora al decir que «me siento muy orgullosa de mi Movimiento», los partidos alfiles de Morena en esta alianza de facto ─PVEM 13 alcaldías y PT con 28 presidencias municipales─ le suman al costal 112 alcaldías, habida cuenta que el maridaje electoral entre Morena y el Verde les funcionó a la perfección para ganar 60 alcaldías.
Aunque esto implica que la alianza Morena-PVEM cosecharan 13 alcaldías menos que en el proceso inmediato anterior (2021), donde esa coalición triunfó en 87 municipios, y ahora solo cosecharon 74. Destaca la pérdida de ciudades como Poza Rica y Papantla ─hasta el corte del PREP─, y que no triunfaron en el bastión panista de Boca del Río.
Mención aparte merece el Partido Revolucionario Institucional que en los estertores de la extinción alcanzó una bocanada de oxígeno puro al recomponer en el aire los pedazos rotos de su historia y llevarse 23 municipios, entre ellos tres muy significativos: Orizaba, el municipio más pujante del estado con Hugo Chahín Kuri, quien le pasó por encima al neo morenista Igor Fidel Rojí López con 18 mil 135 votos de diferencia.
En Perote no sólo ganó electoralmente Vinicio Ascencio Fernández con los 13 mil 302 votos cosechados, sino también José Francisco Yunes Zorrilla, quien recuperó la bandera tricolor y la clavó en el torrejón más alto de la fortaleza centenaria.
Otro municipio significativo es Cosoleacaque, donde en una elección largamente cronicada a favor del PRI, Cirilo Vásquez Parissi, se alzó con la victoria con un altísimo 75.6 por ciento de la votación total con 29 mil 922 sufragios.
Quizá la estocada que más dolió, como dice Mecano en su «Cruz de Navajas» por la cercanía con el ombligo del poder ─Xalapa─ es San Andrés Tlalnehuayocan donde triunfó la ex diputada priísta Arianna Guadalupe Ángeles Aguirre al imponerse con 3 mil 704 votos (41.24%) del total de la votación, a la morenista María Emilia Nieto Miranda quien con 2 mil 652 quedó en la segunda posición.
En puesta en escena ─a la veracruzana─ del cuento más breve del mundo, cuando despertamos, «… el dinosaurio todavía estaba allí», el tricolor se convirtió en la sorpresa de la elección de Veracruz en el 2025, pues según las estadísticas logró ganar 23 municipios gracias a 332 mil 258 votos a favor, que le permitieron lograr el 11 por ciento de las preferencias del electorado.E
El PRI, imitador del gato que dijo en su séptima agonía que «de algo tenemos que morir» se revuelve en su propia sobrevivencia.
El gran mérito de Morena, que aún es el mandón del barrio, tiene que ver con el socavamiento de dos territorios caciquiles como son Tantoyuca y el Puerto de Veracruz.
Y en extensión de los vasos medios llenos o medios vacíos, la gobernadora dijo que en «en Tantoyuca, después de 20 años de ser gobernado por el PAN, ganó Morena», enviando al basurero de la historia al cacique Joaquín Guzmán Avilés, quien fue derrotado por el candidato del maridaje Morena-PVEM Roberto Francisco San Román Solana.
Veracruz, como lo citó la gobernadora, es la Joya de la Corona y el triunfo de Rosa María Hernández Espejo merece análisis aparte.
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