Causas y efectos

Riesgos imperdonables

Columna Causas y Efectos de Alfredo Rios

*De Hernán Cortés al 2021
*Angustiante inseguridad
*Economía estancada

El polémico escritor Fernando Vallejo, cuyas expresiones en unos despierta furia y en otros carcajadas, incluyendo en ello la respectiva reflexión, ha sentenciado que “nadie tiene la obligación de hacer el bien, pero todo tenemos la obligación de no hacer el mal”…

La referencia encuadra perfectamente cuando escuchamos las voces del sector magisterial veracruzano,  solicitar o reclamar (como Usted guste calificarla) que las autoridades de salud procedan a inocular la segunda dosis de la vacuna “cansino”, en los integrantes del sector laboral de la educación, precisamente ante el riesgo que maestros y alumnos afrontarán, si es que se cumple con la exigencia gubernamental de reiniciar las clases presenciales, pese a encontrarnos en la peor etapa epidemiológica por la que ha transitado México, frente a las agresiones mortales del Covit-19.

Hospitales con sobrecupo y contagiados atendiéndose en la privacidad de su hogar, escenario en el que se aseguran cifras de contagios muy superiores a las oficialmente registradas, constituyen un panorama de real preocupación, sobre todo porque en los espacios gubernamentales se practica el encubrimiento de la realidad en tierras mexicanas, las que refieren que son muchos los mexicanos que han perdido la vida en sus hogares a los que se agregan las cifran escalofriantes en centros de asistencia médica, panorama desalentador que por sí mismo deja enmarcado el surgimiento de mayores preocupaciones, cuando se insiste en que los padres de millones de alumnos envíen a sus hijos a las escuelas, pero eso sí, que al ingresar al primer día de clases, los estudiantes entreguen un documento en dónde sus progenitores, libran de toda responsabilidad a las escuelas y al Gobierno de factibles contagios entre los maestros y escolares.

Refiere el viejo y a la vez sabio pensamiento mexicano “que el burro no era harisco, sino que lo hicieron los palos recibidos”… Derivado de actitudes gubernamentales en el pasado y presente de nuestro país, muchos han sido “los  palos” recibidos por los mexicanos, experiencias que se encuentran incluso registradas en nuestra historia, en las que se apuntan excesos gubernamentales a costa del sufrimiento de la población, tanto así que en nuestro país se registran rangos de pobreza extrema, mismos que se tridimensionan al ser vecinos de una de las naciones de mayor dinamismo económico en el mundo.

Bajo tales referencias la mayoría del colectivo social tiene singularmente claro, que en la historia de México muchos son nuestros yerros gubernamentales, obviamente provenientes de la ineficacia de nuestros funcionarios públicos, escenarios que siguen presentes cuando en la actualidad, advertimos nuestros desatinos frente a los panoramas pandémicos, marco en los cuales intentamos imitar las políticas aplicadas en otros países, cuando las características imperantes resultan abismalmente distantes, como es la referencia entre nuestros vecinos estadunidenses y los espacios del México actual.

Cada pueblo registra sus propias características, México tiene las suyas y en ésos marcos es dónde debemos alentar mejorías, incluyendo el perfeccionar nuestro comportamiento, pero sin perder la identidad que es propia de nuestra forma de ser, las que, insisto, debemos mejorar pero apegados a nuestros propios estilos, porque nunca las transformaciones tendrán éxito si se aplican de manera radical, como si se tratara de reprogramar a un colectivo robótico.

Está claro que por nuestras propias circunstancias imperantes hoy en día, así como por nuestros endebles niveles de atención a la salud, México no debe proceder hacia el retorno de hábitos cotidianos, sino mantener las limitantes que la propia emergencia nos impone, en tanto que “el arriesgarnos” como si jugáramos un bolado, podría tener efectos fatales entre quienes no hicieron más que actuar conforme a los criterios gubernamentales y, tales costos fatídicos, podrían resultar históricamente imperdonables.

Lo que se lee

Ciertamente es lógico el que se coincida con quienes sostienen que la conquista de España sobre el pueblo de México, emprendida por Hernán Cortés, nunca “constituyó un fracaso”, como últimamente se le pretende acreditar reiterativamente, por conducto del Presidente de México Andrés Manuel López Obrador… Porque en principio el propio Ejecutivo de la Nación refiere su argumentación precisamente en el idioma español, al tiempo que su discurso lo pronuncia en áreas y edificios (como la  Plaza Mayor y el Palacio Nacional) cuyos primeros avances en construcción fueron diseñados y realizados incuestionablemente por constructores españoles, es más, en el área del Palacio Nacional vivió Don Hernán Cortés…

Considerar como fracaso 300 años  de dominio español sobre el territorio mexicano se antoja hasta irrisorio.

No es correcto el mantener discursos mañaneros pensando que el pueblo de México no conoce e identifica con claridad la historia de nuestro país… Mi padre no fue un erudito en historia pero con recurrencia nos sorprendía con hechos históricos que ni nuestros maestros nos habían mencionado, cuando ante las dudas acudíamos a las enciclopedias y textos históricos que enriquecían las bibliotecas públicas, sorprendidos encontrábamos que la información paterna se ajustaba a la realidad, la referencia la efectúo porque en México muchos son los mexicanos tanto ricos como pobres, que tienen muy presente todas las etapas de nuestra historia, lo que coloca en “entredichos” las ocurrencias sobre supuestos escenarios del pasado desde la perspectiva presidencial, lo que incluso se expone frente a los medios de comunicación con transmisiones “en vivo”, por lo que “en vivo” también se advierten los desaciertos… “El que mucho aprieta, poco abarca”.   

Lo que se ve

En muy bajo nivel debe ser catalogado el programa de acción en materia de seguridad pública, en escenarios vinculados con la delincuencia organizada, referencia de ello es que dicha actividad persiste tanto en tierras veracruzanas como en todas las entidades del país, en las cuales se transita por la angustia cotidiana que representa la sensación de inseguridad, misma que ha invadido a nuestro país de manera vertiginosa, representando una de las causas por las que el electorado, hace cuatro años sufragó dando paso a un Golpe de Timón en niveles gubernamentales, sin embargo los resultados en la materia de seguridad no han sido los esperados y, de hecho, continuamos en las mismas.      

Lo que se oye

Se refiere en la Presidencia de la República “que México ya es una potencia económica mundial” lo que  acredita al nuevo diseño económico en el país… La interrogante natural y obvia, es el por qué los mexicanos no se han dado cuenta, de que ya somos una real potencia económica en el mundo, porque al interior del país lo que en realidad se observa, es que en desarrollo de la economía estamos estancados e incluso, en algunos renglones, vamos hacia atrás.

Muy saludable nos resultaría que se nos explicara el por qué ante la percepción del conglomerado social, lo que se considera como real es que estamos frente a mayores dificultades productivas que en el pasado, situación que mantiene en jaque a innumerables fuentes laborales, al tiempo que el poder adquisitivo de amplios sectores de la colectividad mexicana de verdad que se ha desplomado… ¿Dónde está el desarrollo económico exitoso que se predica?… Ya se hablará más sobre la sorpresiva referencia presidencial.    

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