Las campañas están próximas y generan gran expectación, y es que además de históricas resultan un punto clave en el rumbo que tomará el país para la reactivación económica y social. Algunos ya seleccionaron a sus candidatos, mientras que otros están por hacerlo. La sociedad está ávida de personajes con nivel, con altura, y con la capacidad de afrontar los retos que exigen las circunstancias actuales.
Las necesidades están a la vista y hay que abordarlas con la mejor estrategia. La visión de unos será distinta a la de otros, y la limitación se impondrá en menor o mayor grado de acuerdo a la capacidad y el equipo con el que se rodeen.
Ciertas motivaciones llevarán a cada personaje a los distintos escenarios. Aquí radica el acercamiento y entendimiento de las carencias que existen en la comunidad, pero no solo eso, sino distinguir el potencial de oportunidad en cada zona y en cada persona, pues la multiplicación de esfuerzos debe llevar a buen puerto el desarrollo en general.
Inferir la victoria es un tanto arriesgado. Trabajar para ello lo hacemos a diario, al menos los que perseguimos objetivos y metas trazadas. Resulta insuficiente el deseo cuando se desconoce el rumbo, pero satisfactorio cuando se alcanza y permea en el entorno.
Hay temas de trascendencia y sectores que exigen ser incluidos una y otra vez en la agenda pública. Hay infinidad de proyectos estratégicos que se podrían detonar de forma conjunta para reactivar la economía. Hacerlo de forma oportuna y eficaz determinará el grado de éxito que se tenga.
Resulta inútil aplicar estrategias obsoletas que mantengan detenido el progreso. Hace falta inspirar a ser mejores, no solo ser seguidores. No se trata de defender intereses, sino de perseguir causas.
De generar confianza y bienestar, creando las condiciones para que las personas se transformen.
Hay quienes se obsesionan por el poder pues la escaza fortuna fuera de este ámbito no les resulta favorable; mientras que a otros les sucede lo contrario, van abriéndose puertas con cada resultado e impacto positivo. Al final del día, los colores son subjetivos, pues el bien común es el que debe mover los esfuerzos. Ya veremos como se desenvuelve el proceso.
Twitter: @alexbaiz