Mientras redacto esta columna seguramente varios de ustedes están haciendo uso del celular, de una computadora o la televisión; o quizás estén maquillándose o reparando algún desperfecto con una herramienta; algunos otros van en transporte público, en su moto, o su bicicleta; o están haciendo deporte con algún balón o raqueta; o en alguna actividad de campo, ya sea fertilizando o aplicando herbicidas; probablemente fueron a consulta y el médico les recetó un medicamento; quizás son parte del personal médico y hagan uso del equipo de protección, de instrumentos, aparatos, etc. ¡Sí, a diario vivimos y convivimos con el petróleo!
En los últimos 100 años el petróleo ha sido un recurso fundamental para transformar el planeta. Cortar de un plumazo su uso sería una falacia, aunque, de manera gradual se espera que disminuya la demanda en distintos sectores. Múltiples naciones han replanteado y priorizado sus objetivos de acuerdo con las necesidades que exige el planeta, incorporando nuevas fuentes que fortalezcan las metas.
Expertos energéticos advierten que, si bien ya existía una trayectoria hacia la transición energética a nivel global, la pandemia sería el punto de inflexión que detone el proceso. El objetivo es reducir la huella de carbono en el planeta, ¿cómo?, con investigación, desarrollo y eficiencia tecnológica.
La Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) muestra en sus proyecciones que los recursos fósiles seguirán dominando en el planeta, aunque, con una tendencia inminente y acentuada de las energías renovables rumbo a 2050.
Como datos puntuales y relevantes, tenemos que el consumo de petróleo superará los niveles previos a la pandemia hasta 2023, según la IEA. Además, destaca que “…el transporte por carretera representó el 60% del crecimiento de la demanda de petróleo en la última década, y los productos petroquímicos representarán el 60% en la próxima década”.
El futuro del sector energético seguirá transformándose. El 2021 será crucial para elegir a quienes tomarán decisiones trascendentales en la recuperación económica y social de nuestro país. Los retos serán enormes y requerirán de un ejército de expertos para afrontarlos, siempre en beneficio de la nación.