Parafraseando al personaje de uno de los cómics mexicanos más populares de los 60 y 70, Kalimán, el titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación del gobierno veracruzano, José Luis Lima Franco, seguramente adoptó la máxima “Serenidad y sapiencia”, con lo que ha logrado en poco más de un año empezar a limpiar las cochinadas legadas por los últimos tres o cuatro gobernadores, previos al actual, en materia de finanzas públicas.
Desde diciembre de 2018, por ejemplo, en medio de una situación de emergencia en que dejó al gobierno local el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, que tuvo la amabilidad no solo de dejar sin quinto la hacienda estatal sino con un grave endeudamiento, producto de su diabólica mente de saboteador, Lima Franco logró sortear las necesidades de pago, particularmente en nómina de miles de burócratas y trabajadores de la educación, cuando todos imaginábamos que ocurriría un escenario similar a los últimos años de Javier Duarte.
Lo que vino después, en 2019, fue crear una luz sobre las finanzas que ha permitido al gobernador Cuitláhuac García Jiménez dedicar su tiempo a otros temas donde sus demás colaboradores le han hecho hoyos de magnitudes importantes en lo político, como salud y seguridad pública, en que nada más no hay manera de avanzar (en algunos puntos ha habido incluso retrocesos riesgosos, que en ambas áreas repercuten en la vida de los veracruzanos).
Quien conoce a José Luis Lima Franco se sorprende de su proverbial calma, paciencia y serenidad. No hay tema que le agite el pelo, y siempre responde con una enorme capacidad de síntesis que no significa parquedad sino precisión.
Aunque pueda sorprendernos por la posición que ocupa, aparentemente más tecnocrática, es el único en el gabinete morenista que ha establecido un diálogo abierto con la oposición, con la que se reúne, en el marco de las medidas que deben pasar por el tamiz del Congreso local, para explicar el fondo de las propuestas para las finanzas estatales. Ningún otro funcionario ha establecido en su agenda el diálogo con la oposición.
De esa manera, aunque no haya logrado adhesiones uniformes ni mucho menos, ha podido explicar a las diversas bancadas cuestiones relacionadas con la reestructura de la deuda pública (que, por cierto, enfrentó con su propio personal sin gastar los casi mil millones de pesos que erogó Yunes en una reestructura que no sirvió de nada a Veracruz) y las iniciativas de ley de ingresos y presupuesto de egresos para 2020, entre otras.
Deudas de gobiernos pasados podrían liquidarse este año
Este año, con la anuencia del gobernador Cuitláhuac García, mediante la aplicación de un manejo austero del presupuesto, la Sefiplan podría pagar viejas deudas del gobierno de Veracruz: ha comenzado a reducir la deuda legada por Duarte y por Yunes con empresarios de la construcción y prestadores de servicios, y tenga por seguro que en cuestión de días anunciará su negociación definitiva mediante instrumentos financieros novedosos.
La semana pasada anunció el inicio de pagos parciales hasta saldar por completo en abril próximo la deuda con la Universidad Veracruzana por 2 mil millones de pesos, que dejó Duarte y que Yunes solo se hizo el gracioso con que lo iba a cubrir; dicho faltante pesaba en los pasivos universitarios como una deuda con el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Y lo más fuerte, la enorme deuda con el Instituto de Pensiones del Estado (IPE) por parte de diversos organismos estatales, que ha empezado a saldarse y en breve será cubierta con los recursos del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF), según lo anunció este lunes Lima Franco en conferencia de prensa con el gobernador Cuitláhuac García, en presencia de la directora general del IPE, Daniela Griego.
Se trata, dijo, de 3 mil 300 millones de pesos, compuestos por 3 mil millones de pesos del FAFEF, más el recurso que se logre por los convenios firmados entre el IPE y organismos deudores. “La instrucción Gobernador es sanear a otros entes a través de estos convenios y lo que se busca es hacerle llegar al IPE otros 360 millones de pesos”.
Por lo pronto, este lunes se entregaron 360 millones de pesos que permiten regularizar las aportaciones de 1 mil 130 trabajadores del sistema de Colegios de Educación Científica y Tecnológica de Veracruz (Cecytev), dando certeza para su retiro, con lo que se hace justicia y se enmienda la retención de sus pagos hecha por los dos gobiernos anteriores.
Los adeudos al IPE tienen en muchos casos incluso más de 10 años de antigüedad lo que, aunado a la exacción de alrededor de 8 mil millones de pesos de la reserva técnica, están poniendo en riesgo el futuro de las pensiones y jubilaciones. Ciertamente, Lima Franco dijo que el tema de la reserva técnica se tendrá que ver más adelante, porque no hay tanta capacidad financiera como para subsanar el quebranto financiero a la institución, iniciado en el gobierno de Fidel Herrera Beltrán y profundizado en el de Javier Duarte de Ochoa.
Nada más para poner en contexto la situación del IPER: para lograr un equilibrio en sus finanzas y pueda cumplir con su misión en los siguientes años, hace falta que haya 12 trabajadores en activo, cotizando, por cada jubilado o pensionado; la realidad es que sólo hay 3 trabajadores cotizando por cada jubilado.
Por supuesto, Lima Franco no se gobierna solo, no toma estas decisiones unilateralmente sino que son consensuadas con el que manda en la estructura de gobierno de la entidad. Sin embargo, no habría este tipo de medidas si no se ofrecen mecanismos factibles por parte del genio de las finanzas públicas.
“Serenidad y sapiencia, mi querido Solín”
Frases sin disfraces
“Un hombre inteligente es aquel que sabe ser tan inteligente como para contratar gente más inteligente que él”. John F. Kennedy
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