Sus frases los retratan. Camelot
Hace cosa de nada, alguien me recomendó leer un libro. Lo hice en un solo día. Como alumno aplicado de escuela me metí en él. Los libros jalan, cuando son buenos. La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace la vida interesante. Y los libros tienen eso: sueños compartidos. Futuros y esperanzas. El presidente Kennedy citó un día en el Parlamento de Irlanda a Bernard Shaw: “Sueño cosas que nunca fueron y digo ¿por qué no?”. Los libros son amigos que nunca decepcionan, diría el filósofo Kamalucas, una gente de mi pueblo. Hay frases que la cinematografía registra y que se han inmortalizado al paso de los años. Una que se dijo en Casablanca, ‘Siempre nos quedará Paris’, cuando Humprey Bogart amaba a la Ingrid Bergman, vive en la memoria de la historia. Casablanca es una película que, si los jóvenes de hoy la ven, muy seguro les parece dulzona, empalagosa, melosa y muy cursi, pero les gustará pues en aquellos tiempos fue memorable, y el ‘play it again, Sam’, generó una de las canciones más hermosas de todos los tiempos, que ahora Rod Stewart rememoró: As time goes by (a través de los años, o el tiempo pasa). Fue uno de los pocos papeles que Humprey no hizo de malo.
LOS RECUERDOS
Cintas viven en el recuerdo por sus escenas. Cuando Al Pacino bailó todo ciego, el tango Por una cabeza, en Perfume de mujer, esa escena valió la pena el boleto, allí dijo: “el día que dejemos de mirar, nos morimos”. Marlon Brando en El Padrino, fue sublime con sus cosas. Hacía ofertas que no podían rechazar y cuando se medio enojaba mandaba cabezas de caballo a los dormitorios de productores reacios hollywoodenses. Chico malo. Las de El Padrino han servido para tesis y teorías de negocios y economía de la afamada universidad de Harvard. ‘No insultes mi inteligencia’, decía Corleone y, ‘no es nada personal, todo es cosa de negocios’, susurraba quedito el buen Vito y luego les atizaba balas por todo el cuerpo, hasta dejarlos como queso gruyere. Y eso que sólo eran negocios. ‘Mantén cerca a tus amigos pero más cerca a tus enemigos’, solía decir el mafioso siciliano. James Dean, que fue un mito y murió joven, quizá premonitoriamente lanzó dos frases: “Sueña como si fueras eterno y vive como si fuera el último día”. Otra: “Vive rápido, muere joven y tu cadáver será hermoso”. Lo cumplió, murió joven y su cadáver sigue siendo hermoso y venerado al paso de los años. Un mito, un icono como la Marilyn.