Si no puedes vencerlos, confúndelos. Camelot.
Terminan las precampañas y viene un tiempo de silencio, a medias, porque algo se podrá hacer de aquí al 29 de febrero, cuando vienen los registros oficiales de candidatas y candidato. Hay una vieja canción que señala que el silencio es oro, otros dicen que el silencio es el sol que madura los frutos del alma. Uno es esclavo de sus palabras y dueño de su silencio, llegó a decir el general Francisco Franco, cuando gobernó por 40 años España. Era cuidadoso con sus palabras y pocas veces cometía errores. Pero la habladuría es la madre de todas las desvergüenzas, por habladores han caído en la historia muchísimos. Hablar mucho ayuda poco, aunque el presidente se tire sus mañaneras desde hace un buen tiempo, y hasta la fecha ya lleva un poco más de mil y pico de apariciones en las mañaneras, su medio de comunicación.
LOS CIERRES
La tele nos mostró para el fin de semana los cierres de los tres candidatos a la presidencia del país. Uno llamó la atención. Dante Delgado Rannauro, con sus chamacos, fosfo fosfo, alumbró al candidato Álvarez Máynez, que juró por la Virgen de Alvarado, de donde es originario Dante, que este país tendrá un presidente. Algo poco creíble porque, dicen los expertos en números, MC apurado alcanzará con Máynez el 6 o 7 por ciento, y con Samuel García, que venía como un torbellino, con ese llegarían al 10 por ciento, pero de ganar está en chino. Dante está forjando una camada de chamacos, que seguro alguno de ellos lo suplirá en la presidencia de MC, porque el otro compañero de sector y de partido, el gobernador de Jalisco, ya se abrió. A sus 73 años, nacido un diciembre 23 de 1950, el Kojakc veracruzano ya debe ir pensando en el relevo, aunque los viejos siempre supieron gobernar bien, Churchill a sus 70 era un tigre peleonero y había ganado su Guerra Mundial, muriendo a los 90, y Mitterrand, por igual, aunque Dante no alcanzó la presidencia, pero si la gubernatura interina de Veracruz al relevo del Hombre Leyenda, pero un día se marchó y bye, bye Nicanor. Fundó su partido y ahora odia con odio jarocho a sus correligionarios priístas. PRI y PAN debían, aprovechando los tiempos nuevos de campaña, relevar a Alito Moreno y Marko Cortés, Alito porque permitió una desbandada de viejos priístas, y Marko porque ya es tiempo que deje de tocar el arpa, como Nerón y no ande exhibiendo acuerdos extra cupulares, que solo lo dejaron en mal. Deben ser tiempos de renovación.
Claudia Sheinbaum presumió que en cualquiera de las encuestas va arriba 20 puntos.
Y Xóchitl Gálvez le recordó que, caballo que alcanza gana, y, además, en Palacio Nacional están temblando, eso dijo.
Lo único cierto es que de aquí a la elección de junio, vendrán tiempos de silencio y después de muchas batallas. Marcelo Ebrard terminó de ser un enigma, como buen correligionario, fue y se cuadró ante su nueva jefa, la Sheinbaum, a la que, siempre dijo, “a esa señora no la apoyaré”, pues más pronto cae un hablador que un cojo. Lástima por el hombre que México apostaba que sería el mejor candidato y un buen presidente, pero eso ya queda para la historia. Marcelo tenía muchos votos del país, pero solo le faltó uno, el del Preciso. Con ese ganaba.
A sus 71 años, otro veterano regresa a las canchas, desenterró el hacha y se alista para ser senador del PRI y baluarte de la oposición, Manlio Fabio Beltrones, sonorense, político de gran experiencia que no chaqueteó y se quedó con su partido.