Nogales, Ver.- Ante la perdida de vegetación por incendios forestales, los suelos de las altas montañas han quedado vulnerables a deslaves o barrancadas, por lo que es necesario mantener un monitoreo constante por parte de la Secretaría de Protección Civil, informó el coordinador de esta dependencia en la región, Luis Palma Déctor.
Entrevistado al finalizar la videoconferencia del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) sobre la “Identificación de Peligros y Medidas para la Reducción de Riesgos por Inundaciones y Deslaves Súbitos en la República Mexicana”, el funcionario, señaló que ya se realizan estudios en estos cerros a fin de conocer las zonas más vulnerables donde pudieran registrarse barrancadas o deslaves de enormes magnitudes.
Explicó que con los recorridos y estudios, se busca determinar el grado de riesgo que se pudiera dar en algunos de los montes sobre todo para los habitantes de la zona, “pero afortunadamente no hay población próxima o cercana y en las que sí, es donde se están llevando acciones para poder subirlos a los atlas de riesgo estatales y municipales”.
En cuanto a los puntos rojos, expuso que se trata de algunas poblaciones de Nogales y Acultzingo, pues en esos lugares se registraron incendios forestales; aunque dijo desconocer cuál sería el número de personas vulnerables.
En cuanto a las prevenciones, dijo que ante la temporada de lluvia y una alerta gris o de alguna situación que pudiera generar escurrimientos importantes de líquidos, inmediatamente se emite el acercamiento a la población a través de los agentes municipales para salvaguardar la zona.
Recordó que la zona ya ha sufrido los embates de la naturaleza, el passdo 5 de junio de 2003 con la barrancada del río Chiquito y este año, el 2 de junio, en Acultzingo, en la colonia Juan Pablo Segundo, en donde hubo deslizamiento súbito por lluvia fuerte en el cerro del Coyote.