Otra vez la tragedia provocada por las lluvias tardías, que nos arrasan en otoño.
Otra vez el enojo ante la fuerza de la naturaleza que nos quita las pertenencias nos desarraiga temporalmente, nos erosiona la moral ante la fuerza del agua.
Otra vez las cantaletas del oficialismo, sea del color que fuere, que se reconstruirá piedra sobre piedra.
Y otra vez el reclamo a voz en cuello, desesperado, transmutado en gritos destemplados ante el paso de la caravana oficial en una película ya vista en ediciones anteriores, remasterizada hoy con la irrupción de las redes sociales en transmisión en vivo de ¡oh Patria querida! que el cielo/un soldado ——con celular y bastón de selfie en mano—/en cada hijo te dio/un soldado en cada hijo te dio, multiplica el reporteo in situ, desde el lugar de la desgracia.
La gente estalla en hordas que abordan en tropel que maniatan la movilidad de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, que frentean a la gobernadora Norma Rocío Nahle García en búsqueda frenética de ayuda para localizar a un familiar o en pos de alimentos para sobrevivir a esta nueva tragedia.
«Escúchenme ¿me van a escuchar?», dijo la presidenta aferrada al barandal de fierro fundido de una camioneta pick up del Ejercito Mexicano, ante la turbamulta enojada que le arrebataba la palabra.
En este atropello verbal donde la razón también está damnificada, la multitud reclama a la voz de ya los operativos para localizar a una veintena de desaparecidos, entre ellos varios estudiantes de la Universidad Veracruzana del campus Poza Rica.
En el epicentro del caos convergen muchas visiones de una tragedia que pudo evitarse con prevención y avisos oportunos, dicen los afectados por los 280 litros de agua por metro cuadrado que llovieron la noche del miércoles 8 de octubre.
También están las voces que sostienen que nunca existió un alertamiento preventivo respecto al desfogue de la presa Mazatepec, ubicada en Puebla, desfogara un total de 523.20 m³/s hacia el río Apulco, afluente directo del río Tecolutla. (La Jornada).
A toro pasado, la Comisión Nacional del Agua informó que «las presas de almacenamiento de las cuencas de los ríos Tecolutla, en Puebla, y Cazones, en Hidalgo, resultaron indispensables para regular las avenidas extraordinarias por las lluvias; el sistema protegió a la población asentada en esta zona y redujo las afectaciones en las áreas de cultivo e infraestructuras carreteras, aseguró la Comisión Nacional del Agua (Conagua)» (La Jornada).
Y la justificación: los estragos en localidades como Espinal, Gutiérrez Zamora y Poza Rica, en Veracruz «se debieron a escurrimientos de corrientes no reguladas por presas».
En un comunicado, la Conagua detalló que en la Cuenca del río Tecolutla se ubica la presa La Soledad y la Central Hidroeléctrica Mazatepec, municipio de Tlatlauquitepec en Puebla, la cual capta los escurrimientos del río Apulco, afluente del río Cazones.
La numeralia tambaleante nos arroja en voz de Laura Velásquez Alzua, coordinadora Nacional de Protección Civil la cifra de 29 fallecidos, 18 desparecidos o no localizados, 40 municipios afectados, 22 de estas demarcaciones con daños graves.
En este amasijo informativo, en este gran escenario de la tragedia que sirve para generar conciencia, pero también vistas o pulgares arriba entre los youtuberos, influencers y creadores de contenido se contaron las historias instantáneas sobre la necesidad de liberar las casetas de peaje para haya paso libre de las caravanas de vehículos que llevan ayuda a la zona del desastre.
Las redes sociales también impusieron agenda respecto a una supuesta concentración de la ayuda por canales gubernamentales que en apariencia —reflejada en las transmisiones — bloquea la ayuda directa que los buenos samaritanos llevan a las familias en desgracia.
Qué más da ahora que en la semiología oficial se difundan las fotografías de los tenis inmaculados de la secretaria de Protección Civil, Guadalupe Osorno Maldonado, flotando en el lodazal como retrató Salvador Díaz Mirón en «A Gloria», donde dice que «hay plumajes que cruzan el pantano y no se manchan… ¡Mi plumaje es de esos!».
Qué más da el extracto narrativo, oportuno y exacto del alcalde de Poza Rica, Fernando Luis «El Pulpo» Remes Garza quien encerró en la frase del desastre que sufren sus paisanos endilgándoles en retorno verbal crudo su propia responsabilidad ante la inundación, provocada por la perniciosa costumbre del «seguimos tirando la basura indebidamente».
«El pulpo» Remes fue prácticamente expulsado por vecinos de varias colonias afectadas por las inundaciones, mientras realizaba un recorrido a bordo de su camioneta oficial, en regreso instantáneo a su empedrada administración municipal.
El meteorólogo Isidro Cano Luna ofrece una visión de lo sucedido en los municipios de la zona norte de Veracruz.
El estado es atravesado por 240 ríos repartidos en ocho cuencas hidrológicas donde corre el 30 por ciento el caudal de agua dulce que existe en el país.
30 litros de cada cien que escurren en este país provienen de Veracruz
Una barbaridad.
En contrasentido, solo posee observatorios hidrometeorológicos en Tuxpan, Xalapa, Orizaba, Boca del Rio y Coatzacoalcos.
Según Isidro Cano Luna, octubre se volvió lluvioso por el calentamiento global, debido al exceso de humedad en el Golfo de Mexico.
«El mar está muy caliente, hay un fenómeno llamado convección, exceso de calor» en el Golfo de México, dice el meteorólogo con más de 40 años de experiencia.
Este vapor de agua que chocó con una mase de aire frio seco que bajó de Estados Unidos, desestabilizó la atmosfera.
Se repitió lo de 1999.
Un disturbio tropical se metió a la huasteca y chocó con un desbordamiento de aire frío, que provocó mucha lluvia.
La tragedia no atendió disposiciones oficiales ni anuncios preventivos.
Se desparramó con violencia en los 41 municipios del norte.
Ahora toca la solidaridad humana para llenar el vacío físico ante la falta de víveres, para solventar la ausencia de perdida total con el suministro de emolumentos y enseres que ayuden, poco a poco, a recobrar la normalidad.
«El mundo nos rompe a todos, y después, muchos son fuertes en los lugares rotos», decía Hemingway.
Se le atribuye al escritor norteamericano la frase «todas las tragedias son grandes como azules son las violetas», sin la certificación de los buscadores de internet, sin embargo, aplica en el intento de abarcar esta nueva catástrofe que se enseñorea del solar veracruzano.
«Las rosas son rojas, las violetas son azules», decía de Sir Edmund Spenser «The Faerie Queene» en el medievo.
Hoy día diríamos «las rosas son rojas, las violetas son azules, el azúcar es dulce y tú también» (IA).
Hay que pasar el trago amargo con la solidaridad que nos distingue, sin esperar nada a cambio sino la satisfacción interna de ayudar, en el deber ser callado de la conciencia.
… del mismo costal.
Una de las características casi desconocida de la radio —por el permanente feedback que se da entre el radioescucha y el locutor— es la cohesión, el pegamento social que significa en los tiempos de tragedia.
Una de las columnas de la radio, aparte del entretenimiento, la información y la educación, es el servicio a la comunidad.
La radio siempre está ahí en la ayuda de la localización de personas, del anuncio de la fiesta del pueblo, del llamado a la reunión social.
Esa es la esencia de la radio.
El Grupo Avanradio Xalapa arma la pachanga con varios grupos musicales en la Plaza Cristal en la campaña «Por mi Veracruz», que pretende llenar un tráiler con 30 toneladas de ayuda que se llevará al norte veracruzano.
Bien por el equipo radial que encabeza Daniel Ferráez Centeno, director de las cuatro estaciones de Grupo Avanradio Xalapa.
También Los Boys Scout se unen a la cadena solidaria para ayudar a los damnificados de Veracruz, Hidalgo y Puebla.
Este sábado 18 de octubre, a partir de las 16:30 horas, en la explanada del Reino Mágico, usted puede contribuir con víveres, medicinas, ropa, agua embotellada y cualquier otra ayuda, en el centro de acopio que se instalará en este parte ubicado sobre la avenida Diaz Mirón en el Puerto de Veracruz.
La ayuda se multiplica gracias la generosidad veracruzana.
El Auténtico Gran Café de La Parroquia de Ángel Fernández y el portal de noticias Cambio Digital también unieron esfuerzos para instalar un centro de acopio de víveres y artículos de primera necesidad en beneficio de las familias afectadas por las severas inundaciones registradas en la zona norte de la entidad. La recepción se hace en La Parroquia 200 años.
Puntos de recepción hay.
Solo hay que ponerle voluntad para llevar desde una botella de agua hasta una despensa completa.
Todo suma cuando se de corazón.
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