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Tras líneas enemigas

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La asamblea pública de este domingo en plancha del zócalo se convocó originalmente para frentear al gandalla gringo.

La idea primaria era cohesionar a la clase política con el pueblo para alzar la testa ante la imposición arancelaria a todo producto mexicano que cruzara la frontera de Estados Unidos.

Una estrategia a la mexicana de cardumen ante la identidad nacional ante la actitud arrogante, neo colonialista, avasalladora de Donald Trump.

Astuto, el propio Trump anunció el jueves 6 de marzo que ordenó temporalmente la mayoría de los aranceles que impuso a México y Canadá dos días antes.

La decisión, segunda en lo que va del año, respecto de imponer aranceles a México fue anunciada por el mandatario en su plataforma Truth Social y surgió luego de una conversación con su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum.

Horas después, la Casa Blanca anunció que los mismos términos aplicaban a Canadá.

El acuerdo de suspensión para ambos países se mantendrá hasta el 2 de abril.

Antes de este segundo susto, la maquinaria del Movimiento de la Cuarta Transformación se echó a andar para una asamblea informativa, este domingo 09 de marzo, donde la presidenta diría de cara a la nación que estrategias de defensa se habían confeccionado en los planes A, B y C cuya existencia la misma presidenta dejó entrever.

Este domingo, la doctora Sheinbaum viró su mensaje inicial y lanzó su espada en prenda en un reclamo cotidiano de su homólogo estadounidense: frenar el flujo de drogas hacia su país.

«Le digo al pueblo estadounidense que no tenemos ni tendremos intención alguna de perjudicarlo y que estamos resueltos a colaborar con él en todos los ámbitos. Especialmente ante la preocupación que tienen por el grave problema de consumo de drogas sintéticas», apuntó.

«Por razones humanitarias, México seguirá colaborando para evitar que llegue fentanilo a los jóvenes estadounidenses (…) No solo que no queremos que esa droga llegue a los jóvenes de Estados Unidos, sino que no llegue a ningún lugar del mundo ni a los jóvenes mexicanos», dijo la presidenta.

En esta Asamblea Informativa, la presidenta explicó a sus miles de simpatizantes, gobernadores de los estados del país, empresarios y políticos, el acuerdo alcanzado el pasado jueves con su homólogo estadounidense, Donald Trump, para pausar por un mes la amenaza de aranceles a productos mexicanos.

«Hay que agradecer la voluntad de diálogo con México del presidente de los Estados Unidos. Hay algunas personas que no les interesa que haya una buena relación entre nuestros pueblos y Gobiernos, pero estoy segura que con información y diálogo respetuoso siempre podemos lograr una relación de respeto. Hasta ahora ha sido así», señaló.

«Somos optimistas porque ese día, el 2 de abril, el Gobierno de Estados Unidos ha anunciado que impondrá aranceles recíprocos a todos los países del mundo, si algún país le cobra por sus exportaciones, Estados Unidos lo hará también, eso es lo que ellos han dicho», explicó en su discurso dominical.

En la narrativa diplomática salió bien librada.

La ira proteccionista del presidente norteamericano nos dejará respirar un mes más; aunque la presidenta confía que las amenazas por imponer aranceles a los productos mexicanos ya se diluyeron.

Sin embargo, el discurso se vio empañado por un video que circuló profusamente en las redes sociales, donde un grupo de siete políticos, donde sobresalían Andrés Manuel López Beltrán como figura central, María Luisa Alcalde Lujan, presidenta de Morena, Adán Augusto López Hernández, pastor de los senadores morenos, Ricardo Monreal Ávila, coordinador de la bancada morenista en San Lázaro y Manuel Velasco Coello, se juntan en una selfie, justo cuando pasa la presidenta, atrás del grupo.

Una selfie con altísimo contenido semántico, que echa por tierra los esfuerzos presidenciales por abanderar a la camaleónica clase política mexicana, refugiada en un partido laxo, poroso, sin ideologías definidas, mezcolanza de políticos trashumantes, sacralizados, exorcizados de las viejas prácticas corruptas prohijadas por el sistema que Andrés Manuel castigó solo de saliva, blanqueados en sus nuevas encomiendas solo por la pertenencia reciente al Movimiento de Regeneración Nacional.

Y es que la foto de esta pequeña plebe que la percepción del colectivo identifica como las cabezas visibles de un movimiento interno morenista que juega a los contrapesos del poder político que detenta la primer mujer presidenta de México.

Los fantasmas atormentadores del pasado, resurgieron, otra vez, en el ombligo del poder político, el zócalo capitalino, con el desaire que le hace el grupo de los no alineados, al paso de la presidenta.

Un sondeo de la plataforma digital Ipsos Global Advisor, publicado por Forbes México el 19 de junio de 2024, arrojó que el 56% de los mexicanos creía en ese momento que AMLO influirá en el Gobierno de Sheinbaum.

En extraña paradoja, un apartado de ese estudio revela que el 81% de los encuestados piensa que es importante que haya una oposición frente a Morena.

La oposición viene desde el interior del movimiento.

Las líneas enemigas visten del mismo color.

La impronta de una selfie que demuestra una lucha feroz por el poder en el 2030.

La interpósita presencia de Andrés Manuel López Obrador a través de la política interna de Morena, manejada por su hijo, Andrés Manuel López Beltrán, que regresa, consciente o inconscientemente, el peso específico de un Maximato tropical que no quiere marcharse del poder.

Las disculpas, tardías, superfluas, imprudentes, vinieron después del trending topic que eclipsó la asamblea publica de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, cuando en cámara lenta, los involucrados en la multicitada selfie, voltearon apenas para rozar las manos presidenciales.

«Presidenta Claudia Sheinbaum, le ofrezco una disculpa, en la emoción del momento nunca escuchamos que usted ya estaba en el corazón de la Patria», escribió a las 18:19 horas el tabasqueño Adán Augusto López Hernández, quien es némesis visible de la presidenta.

A las 19:58, Ricardo Monreal posteó: «Al inicio del evento en el Zócalo, el entusiasmo que se desbordaba nos contagió y no advertimos que la Presidenta @Claudiashein pasaba en ese momento por donde estábamos. Le expreso mi disculpa sincera. Su mensaje a la nación fue excepcional y nada ni nadie minimiza su relevancia».

Manuel Velasco Coello, sobre quien pesa la autoría de patear la ley anti nepotismo hasta el 2030, también se unió a las voces de disculpa ante la grosería hecha a la figura presidencial.

«Estoy reunido con el Senador Adán Augusto López y con el Diputado Ricardo Monreal. Le ofrecemos una disculpa a nuestra Presidenta @Claudiashein, ya que, en la emoción del evento de unidad en el Zócalo, no escuchamos cuando llegó y pasó junto a nosotros».

El palo, ya estaba dado, no se podía zafar el escrutinio público.

En sororidad tardía, ante el crecimiento de una visión rupturista percibida por la opinión pública, la presidenta de Morena, Luisa María Alcalde Lujan, posteó a las 07:01 PM: «Hoy tuvo lugar un gran acto de unidad en torno a la Presidenta de México. Con más de 350 mil personas reunidas en el Zócalo se demostró, una vez más, su enorme fuerza y liderazgo.

Como lo han hecho en otras ocasiones, los opositores pretenden desviar la atención. Un descuido en el protocolo, que no debió pasar, no disminuye ni opaca el cariño que hoy el pueblo entero expresó en la mayor plaza pública del país.

Presidenta

@Claudiashein: ¡usted es nuestro orgullo!».

Las reacciones fueron variopintas en la red social, de las cuales se entresacan dos en este mar picado al que el padre de la Semiología, Umberto Eco, se refirió como el espacio más democrático y crudo para la expresión humana al definir al uso y abuso de las redes sociales que concede «el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas».

«A nivel político y mediático, esto fue un error garrafal. La plana mayor la dejó expuesta y las redes lo amplificaron. No pudieron controlar la narrativa. Pésimo manejo de crisis. Te fallaron y encima quieren disimularlo», posteó Carlos Piña en su cuenta de X, @Piniisima, en puntilla sintética a lo sucedido este domingo en el zócalo.

Bere Aguilar (@bereaguilarv), posteó otra sentencia:

«Más claro ni el agua…En la secta venenosa de la 4T, sólo hay dos sopas: Claudia o el hijo del narco expresidente.

Ahí están con Andy: el Señor Nada, el hermano Adán y Luisa Ma, ignorándola, desafiándola, reduciéndola a nada. La fractura es evidente; ojalá Claudia rompa el pacto».

Uff.

Apenas roza Claudia Sheinbaum su primer semestre. Es muy temprano para armar entramados que dificulten su gobierno.

La presidenta camina tras líneas enemigas.

Claro, el apoyo del 85 por ciento de la población es un blindaje donde topan los conspiracionistas del poder.

columnacarpediem@gmail.com

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