Acertijos

TREN DESCARRILADO

Columna Acertijos de Gilberto Haz

*Diógenes cuando fue hecho prisionero y vendido. Le preguntaron qué sabía hacer y respondió: “Mandar. Pregunta quién quiere comprar un amo”. Camelot

NO QUIERO NADA CON EL CHIKI

No estoy en contra del Ruso, y creo que deba ganar quién tenga que ganar. Pero tengo un amigo que se sorprendió -rusófilo de nacimiento, morenito de los morenitos-, de las declaraciones del Amlo enojón, del irritado que no quiere nada con el Chikiyunes, si gana la presidencia, y el otro gana la gubernatura. Quienes le apuestan a la democracia señalan que eso es autoritarismo puro. Andrés Manuel quiere jugar con todas las canicas, ser el dueño del balón y poner la alineación en el campo, es decir ganar su presidencia y las 9 gubernaturas y el Senado y la Cámara de Diputados, y las regidurías y las aldeas y hasta los comisariados ejidales, para así, desde ese Olimpo de los dioses, hacer que solo sus chicharrones truenen. El amigo este, rusófilo, me dijo que se desencantó de él. Quiere no solo comer y engullir toda la cena, incluido pastel, sino de paso llevarse los cubiertos. Terrible declaración de un candidato que lidera las encuestas y que, si gana, como dice, debe conciliar y sentarse con todos los gobernadores del país y los alcaldes, no solo los suyos. Ay mijito, diría Minga: para que tantos brincos estando el suelo tan parejo.

LOS PISOS DE TIERRA

En Soledad Atzompa, pueblo cercano a estas tierras, por allí de Zongolica, el candidato Miguel Ángel Yunes Márquez soltó una promesa de campaña, que sí la logra, pasará seguro a la historia por el beneficio a los pobres, a los que menos tienen. Dijo que en los seis años de su gobierno, pondrá Piso Firme a todas aquellas humildes casas que no lo tengan. Manejó una cifra de 600 mil. Se tiene más higiene y se dignifica a las familias y contraen menos enfermedades, decía el candidato del PAN/PRD/MC. He conocido eso de Pisos Firmes, o Pisos de Cemento. En Tzoncolco, Municipio de Rafael Delgado, cada que vamos por fin de año a llevarles sus despensas del Grupo de Guarderías Orizaba, hubo algunos años que se canalizaron recursos a esa gente para pasarlos de pisos de tierra a cemento. Cambió su vida y su higiene. En aquel tiempo se trabajaron sobre 60, y hay mucho aún por hacer en esas zonas indígenas, por eso es muy buena la propuesta de Miguel Ángel, eso más que cosas que luego se sueltan en campaña y no sirven de nada, y 600 mil son un buen numero para cambiar la vida de esa gente que vive en extrema pobreza.

DESCARRILAMIENTOS

Mis orígenes son del riel. De Tierra Blanca, cuna de ferrocarrileros, allí donde en los años 50s, llegaba Demetrio Vallejo y Valentín Campa, dirigentes honestos y encarcelados por eso, a brindar a la gente rielera más beneficios a sus salarios y sus ingresos. Era muy querido Demetrio. Recuerdo que cuando había descarrilamientos, normalmente culpaban a los maquinistas, y tenían que pasar un proceso legal. Ahora, en tiempos modernos, aquí arribita por Maltrata, zona de huachicol, a la gente malosa le ha dado por aflojar los tornillos de los rieles y hacer que descarrile el tren. Primero, ponían piedras como forajidos en el tiempo de los Estados Unidos, de la Unión y Central Pacific. Cuatro años después de la muerte de Abraham Lincoln, inauguraron la línea transcontinental. Cruzando altas montañas y llanuras y luego, los dueños tuvieron que contratar guardias blancas porque comenzaron a asaltar los trenes. Como ahora lo hacen aquí, arribita de Orizaba. La gente primero ponía piedras y los trenes se detenían, en Maltrata, como su nombre lo dice: Mal-trata. Comenzaban a vaciar lo que llevaban: arroz, cemento, enseres domésticos, televisiones, lo que cayera. En lo que llegaba la policía, si es que llegaba, ya se habían llevado lo que podían. Unas pickups al lado servían de transporte como DHL. Ahora han dado por descarrilarlos y eso da miedo. Antier mismo descarrilaron uno. Crea no solo daño, muerte puede ser si algún maquinista y su fogonero van distraídos y no se agarran al caer el tren. Hubo muchos famosos asalta-trenes en Estados Unidos. Butch Cassidy fue uno. Muchas películas hicieron de sus hazañas bandoleras. Joaquín Murrieta, mexicano, de allí nació la leyenda del Zorro. Jesse James, implacable, en su tiempo daban 100 mil dólares de recompensa, unos 3 millones de dólares ahora. De los de aquí, ninguno es famoso. Solo pone-piedras y afloja-tornillos para descarrillar. Gachos.

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