Orizaba, Ver.- El apoderado legal de la Universidad del Golfo de México (UGM), Pablo Morales Falcón, rechazó las acusaciones de un supuesto desalojo violento en las instalaciones de la ex alberca de Río Blanco, propiedad de la institución, y aseguró que el inmueble fue adquirido legalmente en marzo de 2017 tras un acuerdo con cerca de 500 ex trabajadores de la fábrica textil.

Las declaraciones se dieron luego de que Eduardo Cancino Torres, quien se identifica como tesorero del Comité Liquidador de los bienes del ex sindicato de Río Blanco, y el abogado César Lanzagorta denunciaran un presunto desalojo y robo de herramientas ocurrido el lunes por la noche.

Morales Falcón reconoció que existe una denuncia por desalojo presentada ante la Fiscalía General del Estado en contra de un grupo de ex obreros que reclaman ser dueños del predio, asegurando que la UGM cuenta con el título de propiedad debidamente registrado desde hace más de ocho años. “UGM Centro es la única propietaria de ese inmueble desde marzo de 2017. Contamos con el documento inscrito en el Registro Público de la Propiedad, cumpliendo con todos los requisitos legales”, afirmó.

El representante legal explicó que, en su momento, la universidad compró el terreno a los extrabajadores y liquidó sus derechos, por lo que cualquier disputa deberá resolverse en tribunales, por lo que invitó a los inconformes a presentar pruebas ante las autoridades correspondientes. “Si hay dudas, pueden nombrar una comisión y solicitar una audiencia judicial para confrontar los documentos. Lo que no puede hacerse es difamar sin sustento jurídico”, señaló.

Morales Falcón acusó que un grupo de personas “despojó” a la universidad del inmueble, por lo que seguirán el proceso legal para recuperarlo, reiterando que la institución está abierta a resolver el conflicto mediante las vías legales establecidas.

Sin embargo los ex obreros mantienen su postura de ser los legítimos dueños, lo que podría derivar en un litigio prolongado.